
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) inició este jueves un paro provincial de 24 horas en Neuquén, afectando el dictado de clases en escuelas públicas, en reclamo por las pésimas condiciones edilicias de los establecimientos educativos. La medida incluye una movilización en la capital a las 9:30 desde Yrigoyen 554 y actividades en el interior, en un contexto de tensiones con el gobierno provincial.
El secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo, denunció que las escuelas neuquinas enfrentan problemas graves, como sanitarios clausurados en el Consejo Provincial de Educación (CPE) y falta de auxiliares de servicio. El gremio advirtió que, sin respuestas, el paro podría extenderse indefinidamente a partir del lunes 19, intensificando la presión sobre el gobierno provincial en un año electoral.
La movilización en Neuquén capital espera reunir a cientos de trabajadores, con un recorrido a definirse durante la jornada, mientras en el interior se realizarán concentraciones en Cutral Co, Zapala, Junín de los Andes, Villa La Angostura y Andacollo. Estas acciones responden a un plenario educativo del martes, donde se expuso el estado crítico de las escuelas, incluyendo falta de mantenimiento, riesgos para estudiantes y el personal.
El reclamo edilicio se centra en deficiencias estructurales, como filtraciones, calefacción inadecuada and baños inoperables, que afectan el funcionamiento escolar. ATE también cuestionó la mala praxis en la gestión de certificados médicos, con casos de rechazos arbitrarios en 20 minutos, lo que genera malestar entre los trabajadores del CPE, incluyendo porteros y docentes.
La ministra Soledad Martínez fue señalada por ATE como responsable de las políticas de abandono, con críticas a su falta de respuesta ante denuncias reiteradas. La consigna de la marcha apunta directamente a las políticas “mileistas”, en referencia a la alineación de Martínez con el gobierno nacional de Javier Milei, que redujo fondos para educación.
En el plano político, el paro tensiona la relación entre ATE y el gobierno de Figueroa, que enfrenta otros conflictos. La falta de inversión en infraestructura escolar, estimada en $5.000 millones, agrava el malestar, mientras Figueroa apuesta por pactos de gobernanza para ordenar las finanzas municipales.
La adhesión al paro es alta en la capital, pero baja en el interior, lo que refleja la desigualdad en la infraestructura entre regiones. La movilización de ATE busca visibilizar la crisis educativa y forzar una mesa de negociación, pero la falta de fondos federales y la polarización política podrían prolongar la tensión en Neuquén.