
A las 16 horas, el INDEC publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo, marcando el tercer dato oficial de inflación de 2025 en Argentina. Este indicador, clave para medir la evolución de los precios, es esperado con atención por su impacto en la economía cotidiana y las políticas del gobierno. Analistas anticipan un leve repunte inflacionario, lo que genera incertidumbre en un contexto electoral y de tensiones cambiarias.
Las estimaciones de consultoras privadas sitúan el IPC de marzo entre 2,5% y 3%, superando el 2,4% registrado en febrero. Factores como el inicio del ciclo lectivo, el alza en alimentos —especialmente carnes y verduras— y la inestabilidad cambiaria explican esta aceleración. El dato oficial podría reflejar un freno en el objetivo gubernamental de reducir la inflación por debajo del 2%.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta un 2,6% para marzo, ajustando al alza su pronóstico anterior de 2,2%. Consultoras como Eco Go y PxQ estiman cifras cercanas al 3%, mientras que Libertad y Progreso sostiene un 2,4%, similar a febrero. Estas proyecciones reflejan la dificultad de estabilizar los precios en un escenario de incertidumbre económica.
La inflación interanual se ubicaría en torno al 53,9% si se confirma un IPC del 2,4%, según Libertad y Progreso, lo que marcaría el nivel más bajo desde febrero de 2022. Sin embargo, el acumulado anual de 2025 ya alcanzaría el 7,2%. Este panorama complica las expectativas de una desinflación sostenida en los próximos meses.
Alimentos, educación y tarifas lideran el aumento de precios en marzo, de acuerdo con analistas. La vuelta a clases impulsó rubros como útiles escolares y servicios educativos, mientras que la carne y las verduras registraron subas significativas. La reciente escalada del dólar paralelo también generó aumentos preventivos, impactando en la percepción de inestabilidad.
Para abril, los especialistas prevén una leve desaceleración, con un IPC cercano al 2,2%, según el REM. No obstante, advierten que la incertidumbre por un posible cambio en el régimen cambiario podría mantener la presión inflacionaria. Factores estacionales, como el fin del ciclo lectivo, podrían atenuar las subas, pero el contexto sigue siendo volátil.
El dato del INDEC será clave para ajustar salarios y contratos, ya que muchos sectores indexan sus ingresos al IPC. Una inflación superior al 2,5% podría intensificar reclamos sindicales en un año electoral, donde la economía es un eje central de la discusión política. El gobierno enfrenta el desafío de mantener la confianza en su plan económico.
La publicación del IPC se produce en un momento de expectativas cruzadas, con el gobierno apostando por una baja sostenida de la inflación y analistas alertando sobre riesgos externos. La evolución de los precios en los próximos meses será decisiva para evaluar si Argentina logra consolidar una tendencia descendente o enfrenta nuevos picos inflacionarios.