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El impacto del paro de ATEPSA para el aeropuerto de Neuquén

La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó una medida de fuerza nacional desde el 11 de julio que afectará los despegues en todos los aeropuertos del país, incluido el Aeropuerto Presidente Perón de Neuquén. La protesta responde a tres ejes centrales: fallas operativas, despidos y la falta de […]

La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) confirmó una medida de fuerza nacional desde el 11 de julio que afectará los despegues en todos los aeropuertos del país, incluido el Aeropuerto Presidente Perón de Neuquén. La protesta responde a tres ejes centrales: fallas operativas, despidos y la falta de paritarias desde hace 10 meses.

El secretario general Juan Pablo Schinello señaló que la medida busca garantizar la seguridad aérea sin afectar los aterrizajes, pero con fuertes consecuencias sobre la programación de vuelos comerciales, especialmente en plena temporada de vacaciones invernales. El sindicato advirtió que la responsabilidad de este conflicto recae en el gobierno nacional.

Uno de los puntos críticos es la crisis operativa en aeropuertos de la Patagonia y el noreste, donde la falta de personal especializado pone en riesgo la seguridad. En el aeropuerto de Neuquén se registraron despidos recientes de controladores, en un contexto donde la dotación ya es escasa y la formación técnica lleva años.

ATEPSA denunció que desde septiembre de 2023 se agotaron todas las instancias de diálogo con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y la Subsecretaría de Transporte Aéreo. Pese a haber aceptado conciliaciones obligatorias y enviado más de 50 notas sobre problemas operativos, no recibieron ninguna oferta concreta de solución.

El reclamo salarial se vuelve insostenible: los trabajadores llevan diez meses sin paritarias y con aumentos del 0%, explicó Schinello. Actualmente, un controlador aéreo gana entre 1.500.000 y 1.800.000 pesos, una cifra considerada insuficiente frente al costo de vida y la responsabilidad penal y civil que implica la tarea.

El gremio asegura que no se trata solo de una discusión salarial, sino de garantizar infraestructura segura y condiciones laborales dignas.

El paro se implementará con una prestación mínima del 45% de los vuelos, en cumplimiento con el régimen de servicio público esencial. Quedan exceptuados los vuelos sanitarios, oficiales, militares, de emergencia, y los de trasplante de órganos, mientras que el resto deberá coordinarse con cada aerolínea.

Schinello responsabilizó al subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez, por el caos que podría generarse y pidió a los pasajeros consultar previamente el estado de sus vuelos. La medida es independiente de otros sindicatos, pero coincide con el malestar generalizado de los trabajadores del sector aeronáutico frente a la política del gobierno nacional.

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