
El Gobierno nacional convocó para este jueves 15 de mayo a entidades rurales de la Patagonia a una reunión clave para debatir el futuro de la barrera sanitaria, centrada en la polémica Resolución 180/2025 del Senasa. El encuentro, el segundo tras la reunión de abril, busca abordar la flexibilización de la barrera que impide el ingreso de carne con hueso desde el norte del río Colorado hacia la región patagónica, declarada libre de fiebre aftosa sin vacunación. La cita, organizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, reaviva tensiones en un sector que teme pérdidas económicas millonarias.
La Resolución 180/2025, publicada el 18 de marzo, decretó el fin de la barrera sanitaria, pero su implementación fue suspendida por 90 días, hasta el 18 de junio, tras el fuerte rechazo de provincias como Neuquén y Río Negro. La norma permite el ingreso de carne con o sin hueso y material reproductivo desde zonas con vacunación contra la aftosa hacia la Patagonia. El Gobierno insiste en que la medida es «irreversible», pero abrió mesas de diálogo para consensuar acciones, aunque La Pampa quedó nuevamente excluida de la convocatoria.
Productores patagónicos expresaron preocupación por la incertidumbre que genera la posible eliminación de la barrera, un activo clave para mantener mercados internacionales como Japón, Estados Unidos y la Unión Europea. La presidenta de la Sociedad Rural de Neuquén, Cecilia De Larminat, advirtió que la medida llegó en plena zafra de terneros, causando una caída abrupta en los precios y especulación en el sector. Las entidades rurales insisten en que la barrera debe mantenerse o incluso extenderse al resto del país.
El Gobierno nacional argumenta que la flexibilización se basa en criterios técnicos respaldados por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), asegurando que no hay riesgo sanitario para la Patagonia. Durante la primera reunión en abril, el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y el titular del Senasa, Pablo Cortese, defendieron la resolución, destacando que Brasil podría alcanzar en mayo el estatus de zona libre de aftosa sin vacunación, equiparándose a la Patagonia y compitiendo en sus mercados.
Las provincias patagónicas, representadas por ministros de Producción de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, exigen garantías internacionales antes de cualquier cambio. La Mesa Patagónica, que agrupa a entidades rurales de la región, rechazó en un comunicado cualquier modificación sin consultas previas a países compradores. Juan Goya, de la Sociedad Rural de Esquel, calificó la resolución como «inconsulta» y contradictoria con las políticas de vacunación del Senasa.
La exclusión de La Pampa de la mesa de diálogo generó críticas, ya que la provincia apoya la flexibilización para exportar carne con hueso al sur. El gobernador Sergio Ziliotto celebró inicialmente la resolución, pero denunció «discriminación política» tras la suspensión. Productores del norte, como los pampeanos, ven en la Patagonia un mercado cautivo con alta demanda y precios elevados, lo que intensifica el conflicto de intereses.
La reunión de hoy se da en un contexto político sensible, con el Gobierno de Javier Milei buscando aliados en el Congreso en un año electoral. La barrera sanitaria no solo es un tema sanitario y económico, sino también una decisión política que enfrenta a gobernadores patagónicos con la Casa Rosada. La Mesa de Enlace, que incluye a la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas, aboga por un equilibrio que no perjudique a productores de ambos lados de la barrera.
A 60 días de cumplirse la suspensión de la resolución, la incertidumbre persiste entre los productores patagónicos, que temen el cierre de mercados ovinos y bovinos. El resultado de esta reunión podría definir el modelo de desarrollo ganadero de la región y su posición en el comercio global.