El Gobierno argentino ha convocado a una reunión crucial con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para desactivar un paro anunciado para este jueves en reclamo de mejoras salariales. La cita se llevará a cabo este miércoles a las 17 horas en la Secretaría de Trabajo, con la participación de autoridades nacionales y representantes del sindicato.
La UTA, que se desacopló del paro general del transporte organizado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), ha decidido realizar un cese de actividades a partir de la medianoche de este miércoles. Esta medida afectará a todos los modos de transporte público, incluyendo trenes, barcos, aviones y subtes, así como al servicio de carga.
A pesar de la convocatoria, el titular de la Secretaría de Trabajo, Julio Cordero, no asistirá a la reunión debido a compromisos de viaje. En su lugar, el subsecretario de Relaciones del Trabajo, Martín Huidobro, representará al Gobierno en el encuentro.
La UTA cuenta actualmente con una conciliación obligatoria que le prohíbe realizar medidas de fuerza hasta el martes 29, lo que les permitió no adherirse al paro del resto de las ramas del transporte. No obstante, su decisión de seguir adelante con el cese de actividades refleja la gravedad de la situación.
Durante una reunión mantenida el lunes con las cámaras del sector, las partes no lograron llegar a un acuerdo. Según fuentes de las cámaras, “la recaudación no responde a la realidad en absoluto”, lo que dificulta un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
El sindicato ha solicitado un salario básico de $1.160.000 para agosto, con aumentos progresivos que lo lleven a $1.322.136 en diciembre. Sin embargo, las empresas de transporte no presentaron ninguna oferta durante el encuentro del lunes, aumentando las posibilidades de que se lleve a cabo el paro.
Si no se alcanza un acuerdo en la reunión de esta tarde, los usuarios de transporte público enfrentarán la suspensión de servicios durante dos días consecutivos, lo que podría causar un gran inconveniente para la ciudadanía. La presión está ahora sobre ambas partes para lograr un entendimiento que evite mayores conflictos.