Publicidad Cerrar X

El frío aumenta la demanda de leña en Neuquén: los precios suben hasta un 75%

En Neuquén, el precio de la leña aumentó un 75% respecto al año pasado, impactando a miles de hogares que dependen de este recurso para calefaccionarse ante el inicio de la temporada de fríos. Un bin de 200 kilos, que en 2024 costaba 40.000 pesos, ahora ronda los 80.000 pesos, con un valor de 350 […]

En Neuquén, el precio de la leña aumentó un 75% respecto al año pasado, impactando a miles de hogares que dependen de este recurso para calefaccionarse ante el inicio de la temporada de fríos. Un bin de 200 kilos, que en 2024 costaba 40.000 pesos, ahora ronda los 80.000 pesos, con un valor de 350 pesos por kilo frente a los 200 pesos del año anterior. La inflación y el alza en los costos de flete son los principales responsables, según comerciantes locales.

La demanda de leña crece con la llegada de temperaturas bajo cero en la provincia, especialmente en hogares sin acceso a gas natural. En un relevamiento realizado en una leñera de la capital, se observó un notable incremento en las compras, tanto para calefacción como para comercios. Los consumidores buscan anticiparse a una posible escasez, asegurando su abastecimiento antes de que la demanda se intensifique en los meses más fríos.

El quebracho colorado es la leña más demandada por su alta potencia calórica y duración, ideal para estufas de alto y bajo consumo. Los comerciantes destacan que sus brasas pueden mantenerse hasta el día siguiente, lo que la convierte en la opción preferida para calefaccionar. Otras variedades como algarroba, jarilla y piquillín también tienen salida, aunque son menos comunes para uso doméstico.

En contraste, la leña de frutales y álamo es más económica pero menos eficiente, ya que tiene baja inercia térmica y no conserva el calor una vez que las brasas se apagan. Un bin de leña de álamo cuesta alrededor de 15.000 pesos, mientras que la de frutal puede alcanzar los 25.000 pesos. Estas opciones son elegidas por quienes buscan ahorrar, aunque su rendimiento es inferior al del quebracho.

Los costos de flete explican gran parte del aumento, ya que la leña proviene mayormente de provincias como San Luis. Los camioneros trasladan los incrementos en combustibles y logística a los comerciantes, quienes a su vez ajustan los precios. Este contexto de inflación generalizada complica la planificación de los hogares, especialmente en barrios sin red de gas, donde la leña sigue siendo más económica que las garrafas.

La garrafa, aunque usada para cocinar, no es una alternativa viable para calefacción, según los comerciantes. Una garrafa de 10 kilos, que cuesta entre 13.000 y 17.000 pesos, se agota rápidamente si se usa para calentar, lo que lleva a muchas familias a preferir la leña. En Neuquén, unas 60.000 personas dependen de leña o garrafas para enfrentar el invierno, según datos municipales.

Clientes habituales se adaptan a los precios, mientras que los nuevos compradores expresan sorpresa ante los costos. En las leñerías, la clientela habitual ya incorporó los aumentos como parte de su presupuesto, pero quienes compran por primera vez se ven impactados. Los comerciantes intentan avisar con antelación sobre los ajustes para mantener la confianza de los consumidores.

Un proyecto legislativo en Neuquén busca implementar un sistema de peso estandarizado para la venta de leña, lo que podría brindar mayor transparencia al mercado. Mientras tanto, iniciativas como el Plan Calor 2025, que distribuye leña a 4.500 hogares vulnerables, intentan aliviar la carga económica. Sin embargo, la asistencia no cubre toda la demanda, y muchas familias deben destinar una parte significativa de sus ingresos a la calefacción.

Relacionados