Las ventas de yerba mate en el mercado interno argentino han registrado una caída del 9,5% en lo que va del año 2023, en comparación con el mismo período del año anterior. Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), entre enero y septiembre se comercializaron 193.430.327 kilos de yerba, frente a los 211.913.639 kilos vendidos en 2022.
Este descenso en las ventas internas se traduce en una disminución del consumo promedio per cápita de aproximadamente 404 gramos. El cambio en las preferencias de los consumidores argentinos ha llevado a un aumento en la elección de paquetes de medio kilo, que han pasado de 55,53% a 56,53% de participación en el mercado. Por otro lado, la demanda de paquetes de un kilo ha caído, pasando del 38,89% al 37,38%.
A pesar de la caída en el consumo interno, el mercado externo ha mostrado un comportamiento opuesto. Las exportaciones de yerba mate han aumentado en 2.678.159 kilos en comparación con el año anterior, y se prevé que se alcancen los 42.000.000 kilos exportados para fin de año, lo que indica una demanda sostenida en mercados internacionales.
En cuanto a la producción, los secaderos de yerba mate recibieron un total de 968.057.487 kilos de hoja verde, lo que representa un récord histórico. Este aumento se debe a la regularización de las precipitaciones, que ha permitido un mejor rendimiento de los yerbales, generando cerca de 118.000.000 kilos más que en 2022.
Sin embargo, este incremento en la producción ha tenido un impacto en los precios de la yerba, que se han desplomado, situándose incluso por debajo de los niveles de 2023. Ante esta situación, el sector yerbatero anticipa que los productores ajustarán sus volúmenes de cosecha en las próximas temporadas para evitar una nueva caída en los precios de la materia prima.
El panorama mixto entre el mercado interno y externo plantea desafíos para el sector yerbatero argentino. Si bien las exportaciones están en aumento, la disminución del consumo local podría afectar la rentabilidad de los productores a largo plazo.
Los próximos meses serán cruciales para determinar cómo se adaptará el sector a estas nuevas condiciones del mercado y qué medidas se implementarán para asegurar la estabilidad de precios y el consumo de este producto emblemático en Argentina.