
El Concejo Deliberante de Neuquén postergó nuevamente la aprobación de proyectos para regular aplicaciones de transporte como Uber y Cabify, en una sesión marcada por la falta de consenso. Los bloques del PRO y Fuerza Libertaria impulsan iniciativas para legalizar estas plataformas, pero la resistencia de taxistas y el oficialismo frenaron el avance, enviando los proyectos a nuevas comisiones.
La discusión, que tuvo lugar el 10 de abril, reflejó tensiones entre modernizar el transporte y proteger el sistema tradicional de taxis. La concejala Denisse Stillger (PRO) defendió su propuesta, argumentando que las aplicaciones operan de forma irregular y necesitan regulación urgente para garantizar seguridad a pasajeros y conductores. Sin embargo, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y Fuerza Libertaria pidieron más análisis.
Taxistas neuquinos se opusieron firmemente a los proyectos, considerando que estas plataformas representan competencia desleal. El 14 de abril, sindicatos del sector expondrán su postura en una reunión de la Comisión de Servicios Públicos, buscando influir en la redacción final de las ordenanzas. Su rechazo ha generado episodios de conflicto, como las denominadas «cacerías de Uber».
El proyecto de Fuerza Libertaria, liderado por José Luis Artaza, propone un canon anual de 15 millones de pesos para las empresas y 880 mil pesos para conductores. Esta iniciativa, que cuenta con mayor apoyo del MPN, también contempla una aplicación municipal para taxis, integrando tecnología al servicio tradicional. La regulación busca equilibrar ambos sistemas.
Por su parte, Stillger insistió en que la demora legislativa perjudica a los usuarios, quienes demandan más opciones de movilidad. Criticó que los proyectos, similares en esencia, se diluyan en comisiones de Hacienda y Legislación, lo que podría retrasar la votación hasta mayo o junio. La concejala subrayó la necesidad de reglas claras.
El Ejecutivo municipal, liderado por Mariano Gaido, mantiene una postura cautelosa. Aunque cambió su rechazo inicial a las aplicaciones, insiste en controles estrictos y en priorizar el empleo de taxistas. Propuso una app obligatoria para taxis, que modernizaría el despacho de viajes, pero no reemplazaría a Uber o Cabify.
La ciudadanía, según consultas informales, muestra amplio apoyo a la legalización. Encuestas en redes sociales, como la del concejal Joaquín Eguía, reflejan un 90% de respaldo. Los vecinos argumentan que el servicio de taxis es caro e insuficiente, lo que impulsa la demanda de alternativas digitales.