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El CPEM 25 continúa sin clases presenciales tras un hecho vandálico: madres y docentes exigen respuestas

A más de 85 días sin actividad en las aulas, la comunidad educativa del CPEM 25 de Neuquén sigue esperando la reparación definitiva del edificio escolar, clausurado tras un grave hecho vandálico ocurrido el pasado 8 de marzo. Jimena Muñoz, docente y madre de uno de los estudiantes, brindó detalles sobre la situación: “Este siniestro […]

A más de 85 días sin actividad en las aulas, la comunidad educativa del CPEM 25 de Neuquén sigue esperando la reparación definitiva del edificio escolar, clausurado tras un grave hecho vandálico ocurrido el pasado 8 de marzo. Jimena Muñoz, docente y madre de uno de los estudiantes, brindó detalles sobre la situación: “Este siniestro afectó toda la zona del patio trasero, incluida la caldera, el sistema de luz y agua, y los módems”, explicó en una entrevista radial.

El establecimiento, ubicado en el oeste neuquino, fue blanco de una acción violenta que derivó en una denuncia penal por parte del Consejo Provincial de Educación. Desde ese día, el edificio permanece cerrado por cuestiones de seguridad, sin avances claros que indiquen una pronta reapertura total.

Lejos de suspender su labor, el cuerpo docente del CPEM 25 sostiene el vínculo pedagógico a través de la plataforma Lazos, clases virtuales por Zoom y actividades comunitarias. “No estamos de vacaciones. Todos los docentes estamos trabajando día a día para que los chicos no pierdan el año”, enfatizó Muñoz.

Además de mantener contacto con las familias por correo electrónico, WhatsApp y teléfonos personales, organizaron propuestas como caminatas saludables y salidas educativas —incluida una visita a la muestra de Van Gogh— para reforzar el vínculo con los estudiantes. Sin embargo, reconocen que estas iniciativas “no reemplazan la presencialidad”.

Según informó la docente, una parte de la escuela ya tiene el techo reparado, pero todavía faltan trabajos fundamentales en el sistema eléctrico y de gas. “Mientras no haya habilitación total del edificio, no podemos volver”, dijo, y agregó que las tareas de refacción avanzan lentamente.

Gracias a la insistencia de docentes y familias, se consiguieron 25 sillas para habilitar espacios reducidos de clases presenciales en la comisión vecinal del barrio, donde actualmente se desempeña parte del equipo docente. “La sala de teatro del primer piso no fue afectada, pero el resto de la escuela sigue sin estar en condiciones”, detalló Muñoz.

Frente a la incertidumbre, un grupo de padres autoconvocados presentó una nota ante la Defensoría del Niño, que ya venía trabajando con la institución desde el año pasado. La comunidad exige explicaciones claras y mayor celeridad por parte del Estado provincial para resolver la situación.

“La escuela cumple un derecho esencial: la educación. Y estamos haciendo todo lo posible para que ese derecho no se corte”, remarcó Muñoz. Según el compromiso asumido por las autoridades, la obra debería estar finalizada en un plazo de 90 días, aunque todavía no hay fecha confirmada para el regreso a las aulas.

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