
Con el fin de año a la vuelta de la esquina, mantener una energía elevada y positiva se convierte en un objetivo fundamental para muchos. Según María Julia Retamal, más conocida como Maju, reikista y terapeuta holística, cuidar nuestra energía no solo implica atender el cuerpo físico, sino también la salud mental, emocional y espiritual. En esta entrevista, Maju ofrece consejos prácticos para cuidar nuestra energía y mejorar nuestro bienestar integral.
Esta nota está dedicada a la memoria de Alicia Susana Martínez. Una mujer que hasta el final agradeció. También para quienes resuenen con las terapias alternativas y para aquellos que pese a sus batallas personales apuestan a la vida. Quedate hasta el final porque te vamos a dar todos los consejos para que descubras ese que te va ayudar a transformarte. ¡Comencemos!

Maju describe a las personas como seres electromagnéticos que interactúan constantemente con las energías de su entorno. Las influencias de la vida cotidiana, desde el estrés hasta la exposición a tecnología, pueden desestabilizar nuestro bienestar. «Es posible aprender a regular estas energías y a restablecer el equilibrio interno», sostiene la terapeuta.
Terapias energéticas como el Reiki, la biodanza y la meditación son otras herramientas para trabajar la energía, aunque Maju recalca que la autogestión diaria es la clave. “Las terapias deben ser herramientas para que cada uno gestione su energía. Aprender a usar estas prácticas en el día a día es la verdadera sanación”, afirma.

La energía que fluye en nuestro cuerpo está relacionada directamente con su composición de agua y energía, explica Maju. Más del 70% del organismo es agua, elemento que puede alterarse por ondas energéticas del ambiente. “Las tecnologías, como la telefonía móvil y el 5G, afectan la estructura del agua en el cuerpo, influyendo en nuestra salud», comenta.
En un contexto de alta exposición a la tecnología y de jornadas estresantes, Maju enfatiza en la necesidad de practicar la autogestión energética para mejorar la salud física y emocional. A través de prácticas sencillas de autocuidado, como la respiración consciente, es posible reducir tensiones y prevenir enfermedades.

La respiración consciente es uno de los principales métodos que Maju recomienda para calmar la mente y el cuerpo. Esta práctica ayuda a soltar tensiones acumuladas y permite “reposar” la mente, de modo que emociones perturbadoras surjan y se liberen. “Al igual que el agua que se calma al dejarla reposar, nuestra mente necesita de la calma para que lo negativo se disuelva», ejemplifica.
Para reforzar el autocuidado, Maju sugiere colocar las manos en el pecho y sentir el ritmo del corazón. Este acto ayuda a reestablecer la calma interior, y al mismo tiempo, genera una conexión profunda con el cuerpo.
Para quienes buscan formas sencillas de regular su energía, Maju aconseja caminar al aire libre. “El movimiento físico libera endorfinas, reduce el estrés y nos permite desconectar de los pensamientos repetitivos», asegura la reikista. Caminar, además, sirve como un regulador natural de las emociones.

Otro recurso valioso es el contacto con la naturaleza. Maju menciona que descalzarse y caminar sobre la tierra ayuda a descargar energías acumuladas, brindando una sensación de alivio. “Cuando estamos descalzos, la energía fluye y nos liberamos de la electricidad estática acumulada», explica la terapeuta.
Maju ama lo que hace. Hace ya un tiempo que dejó su profesión de maestra jardinera para dedicarse de lleno a brindar bienestar. Cada sesión es personalizada y según lo que cada «almita necesite», como dice ella. Desde reiki, masajes, sesión con diapasones, cuencos y en ocasiones canaliza recomendaciones. «Sólo las doy cuando el mensaje se repite una y otra vez, sino dejo que cada persona siga su proceso de evolución», afirmó.
La meditación, una herramienta esencial para calmar la mente, también juega un papel central. “Meditar no implica solo sentarse en silencio, sino estar consciente y presente en cada actividad”, asegura Maju. La presencia consciente en actos cotidianos, como comer o caminar, ayuda a reducir la ansiedad.

También se pueden hacer meditaciones activas mientras vas en el auto, haciendo compras o manteniendo una charla. Lo importante: concentrarse en el presente, dejar de lado el ruido mental y cuando los pensamientos nos abrumen podemos concentrarnos en nuestra respiración, lo que nos traerá al presente.
Al cerrar el año, practicar autocuidado energético se vuelve indispensable para alcanzar un equilibrio integral. Las herramientas mencionadas por Maju –como la respiración consciente, el movimiento y la conexión con la naturaleza– fortalecen nuestra salud física, mental y espiritual. En tiempos de sobrecarga tecnológica y estrés, gestionar nuestra energía resulta esencial para vivir en bienestar.
En tiempos tan acelerados tomarse un momento para registrar cómo nos sentimos es clave para mantenerse sanos. Y como dice el dicho: el cuerpo grita lo que la boca calla. Por eso no esperes a tener un diagnóstico. Cuida tu cuerpo, tu mente y alimenta tu espíritu. Y si algo te resonó comunícate con Maju y viví la experiencia de liberarte de creencias limitantes, que no te dejan evolucionar. La vida es hoy