
Una boca de expendio de estupefacientes fue desarticulada este jueves en el barrio Villa María de Neuquén, tras más de tres meses de investigación. El operativo fue encabezado por personal de la División Antinarcomenudeo y se concretó en una vivienda de calle Don Bosco, señalada como epicentro de comercialización ilegal.
La causa fue impulsada por la fiscal especializada en Narcocriminalidad, María Eugenia Titanti, y se inició el 25 de marzo. Vecinos del sector habían manifestado su preocupación por la presencia constante de personas y movimientos sospechosos, especialmente por la cercanía de una plaza utilizada por niños y familias. Las tareas de vigilancia confirmaron que el lugar operaba como punto de venta activo las 24 horas, con mayor intensidad durante la tarde y noche.
El principal investigado es un hombre de 65 años, quien había instalado cámaras de seguridad para intentar evadir la intervención policial. Según informaron fuentes del caso, la estrategia buscaba advertir sobre eventuales allanamientos y ocultar la actividad delictiva. A pesar de esas precauciones, los investigadores lograron obtener pruebas que permitieron avanzar con el pedido de registro domiciliario.
El allanamiento fue autorizado por el juez de garantías Marco Lúpica Cristo y se extendió por cuatro horas. Durante el procedimiento, se detuvo a una persona y se secuestraron 44 envoltorios de cocaína con un peso total de 16,3 gramos, un envoltorio de marihuana, más de 927 mil pesos en efectivo y elementos vinculados al fraccionamiento de sustancias.
La vivienda se encontraba bajo monitoreo encubierto por parte de la policía provincial, que logró documentar las características del flujo constante de compradores y la modalidad de entrega. La fiscalía consideró acreditado el funcionamiento de un punto fijo de narcomenudeo, agravado por la cercanía a un espacio público.
El detenido será imputado en las próximas horas por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. No se descarta que haya más personas involucradas en la red, y la fiscalía continúa recolectando información para delimitar otras posibles responsabilidades.
Desde el Ministerio Público Fiscal destacaron el rol de la comunidad para alertar sobre situaciones sospechosas, e instaron a continuar realizando denuncias anónimas que permitan intervenir a tiempo en estos hechos.
La investigación sigue abierta y los elementos incautados ya fueron remitidos al laboratorio forense para su peritaje. El resultado de los análisis será incorporado a la causa como prueba clave para la acusación.