
La situación económica golpea fuerte a los kiosqueros de Cipolletti, que registran una caída de ventas del 40% y buscan alternativas para sostener sus negocios. Ante esta crisis, un grupo de comerciantes solicitó al municipio la autorización para vender bebidas alcohólicas, pero la respuesta fue un “no rotundo” por parte de las autoridades locales.
Actualmente hay 200 kioscos en la ciudad que se ven afectados por el desplome de las ventas y los altos costos de funcionamiento, como los aumentos en alquileres y tarifas de servicios básicos. José Luis Bunter, referente de la Cámara de Industria y Comercio, advirtió: “Es una situación extremadamente compleja. Los kiosqueros la están pasando muy mal y buscan alternativas para mejorar la rentabilidad”.
Sin embargo, la Municipalidad de Cipolletti se mantiene firme en su negativa. Diego Zúñiga, del área de fiscalización, explicó: “No nos parece una decisión inteligente autorizar la venta de alcohol en kioscos que funcionan 24 horas. Nuestra prioridad es la seguridad ciudadana y vial, además de resguardar la salud pública”.
Zúñiga señaló que permitir la venta de bebidas alcohólicas en kioscos dificultaría la fiscalización y podría derivar en expendio fuera de los horarios permitidos. “Hoy las vinotecas pueden vender alcohol solo de 10 a 24 horas. A los kioscos, al tener la posibilidad de abrir las 24 horas, sería casi imposible controlar que no haya incumplimientos”, afirmó.
La Municipalidad recordó que ya en 2020 se rechazó una solicitud similar durante la pandemia. Además, destacó que Cipolletti sigue la misma línea que otras ciudades de la región, donde tampoco se permite este tipo de ventas en kioscos.
Aunque la venta de alcohol está descartada, el municipio propuso alternativas para diversificar la oferta de los kiosqueros: la posibilidad de elaborar y vender alimentos de bajo riesgo como sándwiches y panchos. Para ello, los comerciantes deberían cumplir con ciertos requisitos bromatológicos básicos, como una bacha de PVC, un curso de manipulación de alimentos y condiciones edilicias mínimas.
Zúñiga aclaró: “Buscamos brindar opciones que sean implementables y no impliquen grandes inversiones, entendiendo la difícil situación del sector”.
Los kiosqueros, por su parte, consideran que la venta de bebidas alcohólicas sería una salida más rápida y efectiva para aumentar sus ingresos. “Nos reinventamos muchas veces, pero hoy creemos que solo esto puede salvar al sector”, dijo Bunter.
Mientras tanto, el municipio espera la respuesta de los comerciantes sobre las alternativas ofrecidas, aunque ya dejó en claro que no habrá habilitación para la venta de alcohol en kioscos.