
Un nuevo desastre minero sacudió a Chile y al mundo. Seis trabajadores murieron tras un derrumbe en la mina El Teniente de Codelco, ubicada en la comuna de Machalí, en la región de O’Higgins, al sur de Santiago. La tragedia reavivó el dolor histórico que el país asocia con sus minas y despertó interrogantes profundos sobre los límites de la explotación subterránea.
La mina El Teniente es la más grande del mundo en su tipo, con una estructura subterránea de proporciones colosales que da trabajo a más de 25 mil personas, entre empleados directos de Codelco y personal tercerizado. El derrumbe se produjo el jueves 31 de julio en el nivel Andecita, un sector de excavación profunda que Codelco desarrolla desde hace más de 10 años para extender la vida útil del yacimiento.
Seis muertes evitables: todos eran tercerizados
Los seis fallecidos eran trabajadores contratados por empresas tercerizadas. Cinco de ellos pertenecían a la cuadrilla 208 de la empresa Gardilci, dedicada a la fortificación de estructuras, y uno a Salfa Montajes. Las víctimas no eran operarios de planta de Codelco, lo que también vuelve a poner el foco en las condiciones laborales de los contratistas en el sector minero.
“Había una expectativa de poder encontrarlos con vida, como en el caso de la mina San José, pero lamentablemente las características del derrumbe y de la mina lo hicieron imposible”, explicó Leyla Zapata, periodista de TVN de Chile, en diálogo con Radio 7.
¿Sismo natural o inducido?
Uno de los interrogantes clave del caso es si el sismo que desencadenó el derrumbe fue provocado por la propia actividad minera. Codelco no lo descarta y ya ordenó una auditoría externa internacional para determinar si las excavaciones y perforaciones en un cerro ya sobreexplotado podrían haber generado el movimiento telúrico.
La estructura interna de la mina incluye túneles de 6 metros de altura y más de 100 metros de ancho, que permiten el tránsito de maquinaria pesada y vehículos de gran tonelaje. “Cada perforación genera un ‘acomodamiento’ del cerro, lo que en minería se denomina un ‘asentamiento’. La pregunta es si hemos llegado al límite de lo que esta montaña puede soportar”, advirtió Zapata.
La mina más grande del mundo… ¿al borde del colapso?
El nivel Andecita, donde ocurrió el derrumbe, acumulaba años de retraso por derrumbes menores. A pesar de ello, Codelco proyecta seguir excavando aún más profundo. Este episodio revive lo sucedido en 1990 en la misma mina, cuando una explosión de roca causó otras seis muertes.
Ahora, expertos en Chile cuestionan si se puede seguir extendiendo la explotación o si, como ocurrió con otras minas como Chuquicamata, llegó el momento de asumir que la vida útil del yacimiento tocó su fin.
Paralelismos con Argentina: sismos inducidos y explotación extrema
El caso chileno resuena en la región patagónica argentina, donde también se investiga si los sismos registrados en zonas petroleras como Vaca Muerta pueden estar asociados a la actividad humana. El paralelismo es inevitable: explotaciones intensivas en busca de mayor rentabilidad, con el riesgo de que la tierra termine pasando factura.
Una ciudad bajo tierra convertida en tumba
La mina El Teniente no es solo una excavación: es una verdadera ciudad bajo tierra, con refugios, hospitales, alojamiento, comedores y tecnología de punta. Pero también es, hoy, el escenario de una tragedia que volvió a sacudir la conciencia minera de Chile.
Mientras el país llora a sus seis trabajadores fallecidos, la justicia y la auditoría internacional deberán determinar si hubo errores evitables y si es viable continuar con la explotación de uno de los símbolos más poderosos de la minería global.