
La inminente habilitación de la aplicación Uber en la ciudad de Neuquén generó una fuerte reacción por parte de taxistas locales, quienes denunciaron modificaciones en la ordenanza que regula el servicio de transporte. Representantes del sector expresaron su descontento ante lo que consideran una maniobra inconsulta por parte de concejales y advirtieron que, de no corregirse los puntos señalados, comenzarán medidas de fuerza.
El conflicto gira en torno a la incorporación de plataformas digitales como Uber y Cabify. Los propietarios de taxis aseguraron que se alteró el artículo 45 de la ordenanza vigente, eliminando la obligatoriedad del uso del reloj taxímetro, lo que abre la puerta al modelo tarifario de las aplicaciones. Acusan al bloque oficialista de actuar con opacidad y de avanzar sin haber consensuado con los sectores involucrados.
Desde el gremio indicaron que aceptan la llegada de las nuevas tecnologías, pero reclaman que primero se implemente durante al menos tres meses la aplicación de transporte desarrollada por el municipio, en la que ya se invirtieron recursos públicos. Consideran que habilitar de inmediato otras plataformas representa una competencia desleal y una amenaza directa a su fuente laboral.
Los conductores advirtieron que si Uber comienza a operar de forma legal en junio, tal como trascendió, llevarán adelante manifestaciones, cortes y medidas de acción directa en toda la provincia. Aseguran que están coordinados con otros sectores del transporte y que el conflicto podría escalar rápidamente si no se atienden sus demandas.
El planteo también involucra cuestionamientos a la fiscalización y al control de las aplicaciones, sobre todo en relación a la tributación y a la seguridad de los pasajeros. Los taxistas sostienen que mientras a ellos se les exige cumplir con una serie de requisitos formales y técnicos, los vehículos que operan con Uber lo harían sin regulación efectiva.
El intendente Mariano Gaido fue emplazado por los choferes a tomar una posición clara. Consideran que el jefe comunal debe decidir si respalda el proyecto municipal que implicó recursos del Estado o si permite la liberalización total del servicio.
El sector de taxis, históricamente dividido, mostró un frente unido ante este nuevo escenario. Propietarios, choferes, sindicatos y remiseros se agruparon para reclamar un trato igualitario y evitar lo que consideran un avasallamiento de sus derechos como trabajadores.