La ciudad de Cipolletti amaneció este lunes 30 de junio sumida en una verdadera crisis climática. Con temperaturas que alcanzaron los -9°C y una sensación térmica de -13°C, la vida cotidiana se volvió una prueba de resistencia. El congelamiento de cañerías dejó sin agua a varios barrios y la tensión se trasladó rápidamente al ámbito educativo, donde docentes y familias reclaman la suspensión total del turno mañana por las condiciones extremas.
El Ministerio de Educación de Río Negro optó por una solución parcial: retrasar el ingreso escolar a las 9:30, una decisión que no conformó a la seccional local del gremio UnTER, que denunció falta de calefacción en muchas escuelas y la contradicción de fijar el ingreso en el horario de temperatura más baja del día. “Solicitamos en reiteradas ocasiones a la encargada del Consejo Escolar, Beatriz Constantinidis, que se suspendan las actividades del turno mañana”, manifestaron desde el sindicato.
La Municipalidad de Cipolletti trabajó intensamente durante la madrugada para prevenir accidentes por la formación de hielo en la calzada. El equipo de Protección Civil estuvo recorriendo distintos puntos críticos de la ciudad y arrojando sal gruesa para evitar que el agua acumulada se transforme en hielo. “Hay un equipo trabajando 24 horas para que todos puedan pasar el frío de la mejor manera posible, porque sabemos que hay gente que no la pasa nada bien”, declaró el intendente Rodrigo Buteler.
La ola polar no solo afectó el tránsito y la educación: también volvió a poner en foco a las personas en situación de calle. Desde el municipio se recordó que ante la detección de personas sin abrigo se debe llamar al 109, para que puedan ser trasladadas al refugio ubicado en Esmeralda 700, donde se les brinda una cama, ducha y comida caliente.
La jornada continúa marcada por heladas intensas, calles congeladas, escuelas a media máquina y un clima que no da tregua. La comunidad educativa, los trabajadores municipales y las familias atraviesan un lunes donde el frío no es solo una sensación, sino un desafío diario.
