El fin de semana largo dejó una postal crítica en los pasos fronterizos entre Argentina y Chile, con kilométricas filas de hasta 10 kilómetros y esperas que superaron las ocho horas. La situación afectó a miles de turistas que buscaban cruzar, generando malestar y reclamos por la falta de infraestructura adecuada para la demanda.

Las demoras en Pino Hachado fueron las más extensas, donde los viajeros debieron pernoctar en sus vehículos sin acceso a servicios básicos. La carencia de sanitarios suficientes y la falta de contenedores de basura agravaron el impacto ambiental en la zona, reconocida por su belleza natural.

Uno de los puntos más críticos es la ausencia de inversiones en infraestructura sanitaria. Apenas dos baños están disponibles para miles de personas, lo que obliga a muchos viajeros a utilizar el entorno natural como sanitario, generando daños en el ecosistema local.

Vecinos de la zona advirtieron sobre la contaminación y los daños ambientales causados por la gran cantidad de basura y desechos dejados por los turistas. Botellas con orina, colillas de cigarrillos y papeles higiénicos se acumulan en las inmediaciones, afectando la flora y fauna autóctona.

Además de las complicaciones sanitarias, se suman los problemas de seguridad vial. Los vehículos detenidos sobre la ruta se convierten en espacios improvisados de recreación para niños, aumentando el riesgo de accidentes en una vía con alto tránsito de camiones de carga pesada.

La situación se agrava por la falta de coordinación entre las autoridades argentinas y chilenas. Mientras Chile completó su edificio integrado de aduanas hace más de una década, el lado argentino aún no ha finalizado las obras correspondientes, lo que genera trámites lentos y filas interminables.

El impacto ambiental también alcanza a los sitios geológicos de la zona. Rocas calizas de gran valor científico fueron vandalizadas con pintadas de aerosol, lo que pone en riesgo la conservación de este patrimonio natural.

Los vecinos denuncian la ausencia de servicios de recolección de residuos y la falta de medidas para preservar el entorno. La situación refleja la necesidad de una intervención urgente por parte de las autoridades para mitigar los daños y mejorar la experiencia de los viajeros.