
Los incendios forestales en la Patagonia argentina siguen avanzando y amenazan con cruzar la cordillera, poniendo en riesgo a las comunidades de Paso León y Cochamó, en Chile. Autoridades locales y pobladores han manifestado su preocupación ante la cercanía del fuego y la falta de acciones conjuntas para detenerlo.
Adolfo Montero, presidente de la Junta de Vecinos de Paso León, advirtió que el incendio está a solo un kilómetro del hito fronterizo y que ya alcanzó el borde de una laguna, avanzando hacia el poblado. En esta zona residen 26 familias que dependen de la ganadería y están en alerta permanente por el humo y la dirección del viento.
Las condiciones meteorológicas agravan la situación, y la comunidad denuncia demoras en la respuesta del gobierno chileno. Hasta que el fuego no cruce la frontera, las autoridades no pueden intervenir debido a acuerdos protocolares con Argentina, lo que ha generado críticas de los pobladores. «Si el incendio hubiera sido combatido en conjunto, ya estaría extinguido», lamentó Montero.
Argentina enfrenta varios incendios simultáneos en Río Negro, Chubut y Neuquén, lo que ha dificultado la contención en la frontera. Aunque la prioridad se centra en zonas habitadas, el fuego sigue consumiendo bosque nativo en Paso León y sus alrededores.
Las 26 familias del sector temen que el fuego alcance sus campos y propiedades. A pesar de no poder actuar directamente, se mantienen en vigilancia constante. Mientras tanto, Montero logró comunicarse con autoridades nacionales, quienes aseguraron que se activará un operativo en cuanto la amenaza sea inminente.
Cinco aeronaves y un plan de evacuación están listos en caso de emergencia, según informó Montero tras reunirse con el encargado de Emergencias. Se han identificado los puntos de evacuación para garantizar la seguridad de los pobladores si la situación se agrava.
Cochamó, ubicada a 44 kilómetros de Paso León, también podría verse afectada si el incendio no es controlado a tiempo. Esta ciudad de 2.000 habitantes cuenta con numerosos residentes rurales que también dependen de sus tierras para subsistir.
Montero insistió en la necesidad de tomar medidas preventivas antes de que el fuego llegue a las viviendas. «El fuego no perdona, hay que estar preparados antes de que sea demasiado tarde», advirtió.