
La Justicia de Neuquén dictó prisión perpetua para Darwin Patricio Quezada Navarrete, uno de los tres responsables del brutal homicidio de Lucas Telmo, ocurrido el 16 de febrero de 2024 en la Autovía Norte. La fiscalía, tras un juicio de ocho jornadas, probó que el crimen fue planificado y ejecutado con alevosía, marcando un precedente en casos de violencia narco en la región.
El veredicto, emitido por un jurado popular, confirmó la culpabilidad de Quezada Navarrete, Maximiliano José Bovino y Lucas Ezequiel Veroiza como coautores de homicidio triplemente agravado. La fiscalía, liderada por Agustín García, destacó que Quezada Navarrete atrajo a Telmo con un engaño para venderle estupefacientes, iniciando la cadena de eventos que culminó en el asesinato.
El crimen se desencadenó en una zona cercana a Plottier, donde los acusados, tras someter a Telmo a agresiones y amenazas, lo trasladaron en su propio vehículo. Siete disparos acabaron con la vida del joven, cuyo cuerpo fue abandonado en la Autovía Norte, a tres kilómetros de la rotonda Capex, evidenciando la frialdad de los perpetradores.
La fiscalía solicitó la pena máxima para Quezada Navarrete y Bovino, argumentando que la gravedad del delito, calificado por alevosía, premeditación y el uso de armas, no admite otra sanción. Además, se pidió declarar la segunda reincidencia de Quezada Navarrete, unificando esta condena con una previa, lo que refuerza la severidad del fallo.
La familia de Lucas Telmo, presente en la audiencia, expresó un alivio contenido ante la condena, aunque el dolor por la pérdida persiste. Su abogado querellante respaldó la petición de perpetua, subrayando la necesidad de justicia ejemplar para disuadir futuros crímenes de esta naturaleza en Neuquén.
Un aspecto pendiente es la situación de Lucas Ezequiel Veroiza, cuyo juicio de cesura fue postergado por la renuncia de su defensor. Esto deja en suspenso la determinación de su pena, aunque su culpabilidad ya fue establecida, generando expectativas sobre la resolución final del caso.
El fallo refleja el creciente rigor judicial frente a la violencia narco en la provincia, un fenómeno que ha alarmado a la sociedad neuquina. La condena a Quezada Navarrete y Bovino busca enviar un mensaje claro: la justicia no tolerará actos que atenten contra la vida y la seguridad ciudadana.