
Una profesora de danzas de la localidad de Mariano Moreno, María Fernanda Vega, fue violentamente agredida el martes por la madre de una alumna, en un episodio que dejó a la docente con lesiones graves en el rostro, la cabeza y el cuerpo, y que fue presenciado por niñas pequeñas que estaban en plena clase.
El hecho ocurrió alrededor de las 18:30 horas en el Centro Cultural local, cuando la mujer de apellido Garrido, madre de una alumna del taller de danzas árabes, ingresó al salón y pidió hablar con la profesora. Según relató la propia Vega, la mujer comenzó a insultarla y a acusarla falsamente de maltratar a su hija, discriminarla y robar dinero de un fondo solidario destinado a la compra de trajes para presentaciones.
La situación escaló rápidamente y se tornó violenta: la mujer tiró del cabello a la profesora, intentó derribarla, la golpeó en la cara —provocándole una lesión en el tabique nasal— y llegó a intentar agredirla con los bastones de danza de su propia hija. El episodio se desarrolló delante de niñas de entre 3 y 6 años, muchas de las cuales aún no habían sido retiradas por sus familias.
A pesar de los intentos de compañeros y padres presentes por detenerla, la agresora necesitó ser contenida por al menos cuatro personas. Finalmente se retiró del lugar en una camioneta junto a su pareja, Hugo Valenzuela, ex miembro de la Policía de Neuquén, y más tarde se dirigió a la comisaría para radicar una denuncia contra la docente, aunque según explicó Vega, ella nunca ejerció violencia.
Tras el ataque, la profesora recibió una atención médica que calificó de deficiente, y denunció que no se le realizó una revisión completa pese a tener múltiples golpes. Con ese informe acudió a radicar la denuncia penal, pero hasta el viernes no había recibido respuesta ni acompañamiento de fiscalía ni del área de género.
“La situación podría haber sido mucho peor si lograba tirarme al piso y patearme la cabeza. Pido que la gente deje de mirar para otro lado, hay que denunciar y exigir a la Justicia que actúe”, señaló.
Vega también aseguró que venía siendo hostigada por la agresora en redes sociales y mensajes privados, y expresó su preocupación por la falta de protección institucional pese a ser trabajadora municipal. Reclamó la necesidad de una medida de restricción urgente y llamó a la sociedad a no naturalizar estos hechos de violencia.