
Si bien el Ejecutivo extendió la rebaja solo para el trigo y la cebada, la exclusión del maíz y la soja -los principales cultivos- generó fuerte malestar en buena parte del sector agropecuario. “La rentabilidad es nula en muchos casos, y directamente de quebranto en otros, especialmente para quienes están lejos de los puertos”, señaló Castagnani.
Pese a este escenario, el presidente de CRA sostuvo que el vínculo institucional con el gobierno se mantiene: “La relación es buena. Hay diálogo frecuente. Pero, por supuesto, tenemos diferencias y se las hacemos saber. Esta medida era clave para sostener al productor”.
Castagnani también destacó que, cuando se dan señales claras, el campo responde. “Con trigo y cebada, que sí conservaron la baja de retenciones, ya se ve un mayor entusiasmo para sembrar. Todo lo que no se va en impuestos, el productor lo reinvierte en tecnología y fertilizantes”, explicó.
El titular de CRA concluyó con una advertencia sobre el impacto que estas decisiones pueden tener en el futuro inmediato del sector: “El productor necesita certezas, porque está invirtiendo a riesgo. La marcha atrás con esta medida es una mala señal”.