
Los trabajos en el Puente de La Rinconada, sobre el río Collón Cura, avanzan con un nuevo frente de obras que obligará a la implementación de desvíos en la Ruta Nacional 40 desde este martes 9 de septiembre. Vialidad Nacional confirmó que la medida se extenderá por aproximadamente 60 días, período en el que se intensificarán las tareas de repavimentación y reconstrucción estructural del tramo. La decisión busca garantizar la seguridad y continuidad de un proyecto largamente demandado por la región.
Según el comunicado oficial, el plan contempla la demolición total del pavimento existente, la ejecución de una nueva sub base granular y la colocación de un pavimento de hormigón, con estándares de durabilidad superiores a los actuales. La obra se considera estratégica para la conectividad vial del sur neuquino, en un corredor que soporta alto tránsito de vehículos particulares y transporte de cargas. La magnitud de los trabajos obliga a una logística de desvíos que afectará a todos los usuarios de la traza.
Durante los dos meses previstos de intervención, los conductores deberán utilizar caminos alternativos señalizados y circular con extrema precaución, respetando la cartelería instalada y las instrucciones del personal en obra. Vialidad Nacional recordó que las demoras serán inevitables en horarios de mayor flujo, por lo que recomendó planificar traslados y prever tiempos adicionales. El operativo de tránsito está diseñado para minimizar riesgos y garantizar la seguridad vial.
El Puente de La Rinconada es un punto neurálgico en la Ruta 40, ya que conecta a Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Junín de los Andes con el Alto Valle. Su rol en la integración turística y productiva lo convierte en un eje clave para el desarrollo regional. Los trabajos de pavimentación y refuerzo buscan extender la vida útil de la infraestructura y brindar condiciones seguras de circulación en todas las estaciones del año.
La ejecución de esta etapa forma parte de un programa más amplio de inversiones en infraestructura vial que el gobierno nacional impulsa en la Patagonia. En este marco, el puente de La Rinconada fue priorizado por el volumen de tránsito que soporta y por su deterioro acumulado, que ya presentaba fisuras y baches visibles. Con la nueva carpeta de hormigón se espera reducir el mantenimiento rutinario y mejorar el confort de manejo.
Autoridades locales y provinciales valoraron el inicio de esta etapa como un avance concreto en un proyecto que había sufrido demoras en gestiones anteriores, destacando que la obra impactará en la calidad de vida de miles de usuarios diarios. El sector turístico, especialmente el vinculado al tránsito hacia los parques nacionales, considera que el puente renovado aportará mayor seguridad en temporadas de alta afluencia. La expectativa es que el tramo quede operativo antes del verano.
Los vecinos y transportistas, sin embargo, manifestaron preocupación por los desvíos y el tiempo de obra, recordando experiencias previas de demoras en tramos de la Ruta 40. Si bien celebran que finalmente se concreten los trabajos, reclaman controles estrictos para que los plazos se cumplan y no se prolonguen más allá de lo anunciado. El seguimiento de la obra por parte de organismos de control será clave para sostener la confianza pública.
En conclusión, los avances en el Puente de La Rinconada marcan un hito en la modernización de la infraestructura vial de Neuquén, con un cronograma de 60 días que exigirá paciencia y colaboración de los conductores. La obra apunta a transformar un punto crítico de la Ruta 40 en un tramo seguro, moderno y preparado para el tránsito creciente de la región. La clave estará en mantener el equilibrio entre la agilidad de la obra y el respeto por la seguridad de los usuarios.