La obra del nuevo Mercado Cultural avanza en el histórico galpón de calle Planas 155, donde funcionaban los talleres de cerámica. Este espacio, ubicado en el corazón del centro neuquino, se convertirá en un espacio de producción cultural donde se llevarán adelante talleres, laboratorios de arte y eventos. La inauguración está estimada para comienzos del próximo ciclo lectivo.

La secretaria de Jefatura de Gabinete, María Pasqualini, explicó que el proyecto cuenta con una inversión cercana a los mil millones de pesos y que su propósito es generar un entorno donde jóvenes artistas puedan crear y compartir sus obras. “Será un laboratorio de arte, un lugar donde puedan desarrollarse actividades culturales y talleres en un entorno pensado especialmente para ellos” indicó.

La funcionaria remarcó que el entorno del predio cuenta con numerosas escuelas secundarias, lo que convierte a esta iniciativa en una propuesta estratégica para potenciar la vida cultural de las adolescencias. “La población joven neuquina abraza el arte, y este espacio viene a responder a esa necesidad” agregó Pasqualini.

En esa línea, subrayó que el Mercado Cultural tendrá un rol central en la vida juvenil de la ciudad y que permitirá ofrecer una infraestructura adecuada para quienes buscan espacios de expresión y formación artística. “Este edificio va a marcar una diferencia; será un antes y un después en la escena cultural joven” expresó la secretaria municipal.

En relación con el avance de los trabajos, Mariel Bruno, subsecretaria de Infraestructura y Mantenimiento, indicó que por las características del edificio —una construcción de muchos años—, se requerían refuerzos estructurales y la actualización integral de sus instalaciones.

Bruno explicó que ya se completó la fase de demolición y la preparación del subsuelo, próximamente se retirará el techo para continuar con la siguiente etapa. Además, detalló que se construirán nuevos espacios mediante un entrepiso metálico, que incluirá aulas, talleres y otras dependencias.

La obra contempla una reorganización completa de la arquitectura interna, que pasará de ser un gran galpón a un edificio funcional y sectorizado. “Se va a transformar en un espacio renovado, moderno, seguro y adecuado a las necesidades actuales” concluyó Bruno.