Australia ha aprobado una ley que protege a los trabajadores al permitirles desconectarse completamente del trabajo fuera de su horario laboral. Con la implementación de la Ley del Derecho a Desconectarse, los empleados ya no estarán obligados a responder llamadas o mensajes laborales después de su jornada, sin riesgo de sanciones. Esta normativa aplica a todas las empresas con 15 o más empleados.
El Parlamento de Camberra aprobó esta ley siguiendo los pasos de países como Francia y España, que han reconocido la importancia de establecer límites claros entre la vida laboral y personal. La pandemia de Covid-19, que difuminó las fronteras entre trabajo y hogar, aceleró la necesidad de implementar esta medida en Australia.
La ley permite a los empleados ignorar comunicaciones laborales fuera de su horario de trabajo, incluyendo correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto. Esta regulación busca aliviar la presión constante que sienten muchos trabajadores por estar siempre disponibles, un fenómeno que se ha intensificado con el trabajo remoto.