
En un hecho calificado como histórico para las 120 familias del barrio Auka Mawida, el intendente Mariano Gaido inauguró hoy el servicio de agua potable, poniendo fin a más de dos décadas de espera. La obra, ejecutada por el Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat (IMUH), garantiza el acceso al agua para todos los hogares del sector.
Durante el acto, Gaido destacó que los trabajos fueron financiados íntegramente con presupuesto municipal, sin aportes del gobierno nacional. “Esto es lo que hacemos cuando tenemos las cuentas ordenadas y un presupuesto eficiente con superávit”, expresó, subrayando que la ciudad debía saldar una deuda histórica con barrios que carecían de servicios básicos pese a su cercanía con el centro.
El intendente remarcó que la intervención incluyó un tanque de almacenamiento, cisternas, cañerías y toda la infraestructura necesaria para garantizar una provisión segura y constante. Además, anunció que las próximas etapas contemplan obras de cloacas y la red eléctrica, como parte de un plan integral que busca equiparar las condiciones de vida en todos los barrios de Neuquén.
Marco Zapata, presidente del IMUH, explicó que la obra incorporó un tanque elevado de 25 mil litros, una cisterna de 50 mil litros y un sistema automatizado que asegura una presión constante del servicio. También se tendieron 1.170 metros de cañerías para abastecer a cada domicilio y se instalaron generadores eléctricos para evitar interrupciones.
El sistema cuenta con un tanque de 14 metros de altura, cisterna y bombas eléctricas, lo que permite un funcionamiento continuo y estable. Este diseño técnico busca garantizar que el servicio se mantenga operativo incluso ante cortes de energía, reforzando la confiabilidad de la red en el largo plazo.
Para Luis Arrieta, presidente de la comisión vecinal del barrio Centro Oeste, la inauguración representa el cierre de una espera que se extendió por más de veinte años. El dirigente vecinal agradeció al municipio por concretar “una obra de esta magnitud con financiamiento netamente neuquino”, que incorpora tecnología de bombeo y automatización.
El vecino Matías Cabrera recordó que la comunidad venía organizándose desde hace tres años como grupo autoconvocado para visibilizar la falta de agua. El contacto directo con el intendente y el IMUH permitió avanzar en el proyecto, que ahora asegura una red domiciliaria para cada familia.
“Hoy tenemos agua en la puerta de nuestras casas, algo que parecía lejano”, señaló Cabrera, quien también se mostró esperanzado por las obras de cloacas y electricidad anunciadas. La inauguración marca un antes y un después en la calidad de vida del barrio, cerrando una etapa de reclamos y abriendo otra de mejoras estructurales.