En los próximos años, la falta de plomeros, gasistas y carpinteros podría convertirse en un problema crítico en Argentina. Según expertos, el bajo interés de los jóvenes en formarse en oficios está generando una crisis en la oferta de mano de obra especializada.
La escasez de profesionales en estos oficios ya se comienza a notar. Un estudio de Amanco Wavin reveló que casi no hay plomeros entre los jóvenes de 18 a 25 años en el país. La situación se agrava por el envejecimiento de la fuerza laboral actual, donde la mayoría de los plomeros tienen entre 46 y 55 años.
La demanda de estos servicios ha crecido, mientras que la oferta se reduce drásticamente. Una arquitecta consultada señaló que los plomeros que están en actividad están tan solicitados que ofrecen turnos que se extienden entre tres y seis meses, y sus tarifas han aumentado considerablemente.
Los jóvenes prefieren carreras vinculadas a la tecnología y la innovación, dejando de lado oficios que perciben como poco atractivos. Esto ha llevado a una crisis de talento en sectores como la construcción y la industria, donde la demanda supera ampliamente la oferta.
La falta de regulación en la formación de oficios también es un factor a considerar. En Argentina no existe una matrícula nacional para plomeros, lo que significa que no hay estándares claros sobre la capacitación requerida, resultando en disparidades en la calidad de los servicios prestados.
Este panorama podría tener graves consecuencias para la salud pública. La falta de mantenimiento de las instalaciones de agua y saneamiento podría dar lugar a problemas de salud, como la proliferación de enfermedades, si no se abordan estos déficits.
Para revertir esta tendencia, es crucial que las instituciones educativas y las empresas colaboren en programas formativos. Especialistas sugieren implementar programas de formación dual y adaptar la enseñanza a las necesidades actuales de la industria para atraer a los jóvenes hacia oficios como la plomería y la soldadura.
Los robots colaborativos, o cobots, pueden ofrecer una solución a la demanda creciente en la industria. Estos dispositivos están diseñados para trabajar junto a los humanos, optimizando operaciones y mejorando la eficiencia sin reemplazar completamente la necesidad de mano de obra calificada.
La situación requiere una acción urgente. Con el envejecimiento de los trabajadores en oficios tradicionales y la falta de interés de las nuevas generaciones, el futuro del trabajo en estos sectores se enfrenta a un cuello de botella que podría afectar gravemente la economía.
En el caso de los gasista se agrava el problema ante entidades como CAMUZZI, quienes se creen los dueños absoluto de la verdad y si les cuestionas algo como matriculado te po en en una lista negra que resulta en largas espera para resolver tus consultas o la no aprobación de trabajos así estén correctos, y demostrando que los inspectores varían sus concepto en cuanto a los trabajos realizados haciendo que a los matriculados le den cada vez menos ganas de ser obsecuente con ellos. Si vas a consultante dicen que leas el reglamento, cuando justamente hay puntos poco claro en el mismo y buscas una aclaración de su parte pero se sienten semi dioses y te responden de esa manera.