
Esta semana se cumplieron tres años y medio del brutal asesinato de Facundo Castillo, el neuquino de 29 años que murió atropellado y arrastrado más de diez metros por Ramiro Gutiérrez al mando de una BMW, a la salida de una fiesta en el predio La Nonnina, en Cipolletti.
“De repente una noche nos despertamos y no lo teníamos más. Es desesperante. Pasaron mas de 3 años y el dolor no afloja”, indicó Marcelo, su padre, en Radio 7.
La familia de la víctima denunció irregularidades en los últimos días, ya que Gutiérrez, en lugar de alojarse como corresponde, la información oficial indicó que el condenado está en una casa prefabricada aparte, separado de los otros internos, y junto con otro que tiene salidas transitorias.
“Pedimos explicaciones hace tres meses y nunca nos contestaron”, afirmó.
Ante esta situación, solicitaron como familia la intervención del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
“Nunca tuvimos contacto con él, pero estoy convencido que no está ni enterado de la situación de cada preso”.
“A mi hijo me lo asesinaron. No lo tengo mas en mi casa, no tiene cura y toda la vida voy a seguir luchando”, cerró Marcelo.