Un década después del primer grito colectivo de Ni Una Menos, integrantes de organizaciones sociales, feministas y miembros de la comunidad se movilizarán este martes 3 de junio en una multitudinaria marcha para exigir justicia por las víctimas de femicidios y el vaciamiento de las políticas públicas de protección ante la violencia de género.

Bajo la consigna “Con familias en la calle, no hay Ni Una Menos” la agrupación Pan y Rosas junto a la Multisectorial de Mujeres y Disidencias Sexuales encabezarán la marcha junto a las trabajadoras ceramistas en lucha.

“Volvemos a salir a las calles a 10 años de aquellas masivas movilizaciones que inundaron todas las ciudades del país, en donde pusimos de manifiesto nuestra pelea contra la violencia machista y responsabilizamos al Estado y a los gobiernos por no destinar los recursos necesarios para que las mujeres puedan mínimamente paliar las situaciones por las que transitan” explicó Julieta Katcoff, trabajadora de salud y referente de la agrupación Pan y Rosas.

La referente reflexionó que durante esta década los femicidios aumentaron significativamente tanto en número como en su regularidad y brutalidad. También adjudicó que los discursos misóginos y de odio permanente que se expresan desde el Gobierno Nacional alientan este tipo de crímenes de violencia machista.

“Es importante seguir construyendo un movimiento de mujeres y de diversidades sexuales, que en las calles siga planteando nuestras demandas, pero también las demandas del conjunto de los sectores que hoy ya se encuentran luchando” agregó Katcoff.

La marcha contará con la participación activa de las trabajadoras de las cerámicas autogestionadas, que atraviesan un contexto de crisis. “Hoy hay 200 familias que podrían quedar en la calle. Estas mujeres decidieron sumarse a la jornada desde sus asambleas, porque cuando se lucha, hay salida”indicó la referente.

La movilización también exigirá justicia por Luciana Muñoz y Silvia Cabañares. “Vamos a marchar junto a sus familiares, reclamando justicia por todas las mujeres asesinadas por el hecho de ser mujer” expresó Elizabeth Hayas, vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Trabajo Social.

Hayas subrayó que en Argentina una mujer es asesinada cada 28 horas y ese dato refleja una cadena de responsabilidades políticas: “Hubo denuncias ignoradas, programas desmantelados y proyectos de ley cajoneados. Bajo los dictados del FMI y con gobiernos como el de Milei o Figueroa, no hay Ni Una Menos posible”.