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Trabajadoras domésticas de Neuquén reclaman mejores condiciones laborales

Las trabajadoras de casas particulares en Neuquén lograron un aumento total del 6,5%, que incluye un retroactivo desde febrero hasta junio. La paritaria fue forzada por una carta documento enviada por el gremio al Ministerio de Trabajo. Sonia Kopprio, secretaria general del Sindicato de Empleadas en Casas de Familia de Río Negro y Neuquén, expresó […]

Las trabajadoras de casas particulares en Neuquén lograron un aumento total del 6,5%, que incluye un retroactivo desde febrero hasta junio. La paritaria fue forzada por una carta documento enviada por el gremio al Ministerio de Trabajo. Sonia Kopprio, secretaria general del Sindicato de Empleadas en Casas de Familia de Río Negro y Neuquén, expresó su disconformidad con el porcentaje obtenido, aunque destacó la importancia de haber reanudado las negociaciones.

El aumento se distribuirá en etapas: un 3,5% retroactivo desde febrero a junio, un 1% en julio sobre el sueldo base de junio, y dos incrementos adicionales del 1% en agosto y septiembre, respectivamente. Además, se acordaron bonos extraordinarios de $10.000 en julio, $9.500 en agosto y $9.500 en septiembre, a pagarse con los haberes de cada mes. Las trabajadoras deberán recibir estos montos según su carga horaria y tipo de contrato.

Las empleadas que trabajan por hora también deben recibir el bono proporcional, con montos que oscilan entre $4.000 y $10.000, según la cantidad de horas trabajadas. “Hasta las que trabajan una vez por semana deben cobrarlo”, remarcó Kopprio. Sin embargo, alertó que muchas empleadoras se niegan a abonarlo o directamente contratan personal sin registrar.

El nuevo salario de referencia para la quinta categoría quedó en $361.794, correspondiente a tareas generales. Kopprio denunció que esta categoría es utilizada de manera abusiva, ya que muchas trabajadoras deben cumplir múltiples funciones (cocinar, limpiar, cuidar niños, incluso cuidar mascotas) sin reconocimiento diferencial. “Eso se llama explotación laboral”, sentenció la sindicalista.

La hora trabajada para quienes cumplen tareas esporádicas quedó en $2.992. Kopprio advirtió que este monto no cubre ni el costo del pasaje y recomendó a las trabajadoras cobrar un mínimo de $15.000 por jornada, aunque reconoció que muchas aceptan menos por necesidad o bajo presión de empleadores que alegan desconocimiento de las normativas.

Muchas trabajadoras trabajan jornada completa por salarios inferiores a los legales, denunció Kopprio, y acusó a empleadores de alto poder adquisitivo de evadir responsabilidades. “Algunos dicen que sus contadores les informan mal o que no pueden pagar más. Usan al contador como escudo”, sostuvo, y reclamó una mayor fiscalización estatal.

Otro punto clave del reclamo sindical es la zona desfavorable, cuyo reconocimiento parcial dejó un vacío desde 2019. Kopprio exigió que se restituya el 10% faltante para alcanzar el 40% total. “Hay trabajadores con sueldos básicos de millones que reciben el 60% de zona desfavorable”, comparó. El sindicato presentó documentación técnica que respalda el pedido y advirtió que recurrirá a la vía judicial si no hay respuesta en la próxima reunión.

Finalmente, Kopprio lamentó el aumento de los despidos y la contratación informal. “Te pago esto, si te gusta bien y si no, no”, es la frase que muchas trabajadoras escuchan al buscar empleo. La sindicalista llamó a reflexionar sobre el rol esencial de las empleadas domésticas en la vida cotidiana de miles de hogares, y reivindicó su derecho a condiciones de trabajo justas y dignas.

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