
En medio de denuncias por microbasurales urbanos, la Municipalidad de Neuquén intensificó los operativos de recolección de residuos puerta a puerta, según informó Cristian Haspert, subsecretario de Limpieza Urbana. A través de entrevistas radiales y el contacto directo con vecinos, se conocieron los barrios actuales del operativo y los desafíos persistentes en la limpieza de la ciudad.
Gulich y Terrazas del Neuquén son las zonas donde actualmente se concentra el operativo, con una recolección diaria promedio de 30 toneladas de residuos. El cronograma anual de recolección, vigente desde hace más de una década, se repite cada año y arranca con los barrios Belgrano, Don Bosco II y III, Gran Neuquén y San Lorenzo.
A pesar del despliegue logístico, la aparición recurrente de microbasurales en esquinas, terrenos baldíos y cercanías de colegios genera preocupación. Vecinos denuncian mediante imágenes y videos la rápida acumulación de basura incluso minutos después de haber sido limpiadas algunas zonas. Según Haspert, se trata de una conducta repetida que muchas veces es iniciada por los mismos denunciantes.
La ciudad de Neuquén cuenta con servicios permanentes de limpieza que operan los siete días de la semana en tres turnos, lo que la convierte, según el funcionario, en uno de los municipios con mayor inversión en higiene urbana. Además del operativo puerta a puerta, existen centros de transferencia y recolección de poda, chatarra, electrodomésticos y escombros.
No obstante, el problema de fondo parece ser cultural. Haspert destacó que existen sectores crónicos donde la basura regresa a las pocas horas de haber sido retirada. “Hemos encontrado colchones, jeringas, mascotas muertas”, señaló, cuestionando la falta de empatía hacia los vecinos y los entornos comunes, especialmente en lugares sensibles como escuelas.
En casos extremos, se ha detectado la participación de empresas que arrojan residuos industriales en zonas protegidas, como la costa del río Neuquén. En una ocasión, se retiraron 500 parabrisas abandonados. Ya se identificaron algunos vehículos, y se evalúa aplicar sanciones como la quita de habilitaciones comerciales por daño ambiental.
Para enfrentar este problema, el municipio incorporó tecnología como cámaras de fotomultas ambientales, aunque algunas fueron vandalizadas. La iniciativa busca controlar zonas críticas como la barda, donde es frecuente hallar camiones descargando basura sin autorización. Aun así, el control resulta complejo debido a la amplitud geográfica y la falta de vigilancia en ciertos puntos.
Finalmente, Haspert reiteró que los vecinos pueden llevar residuos especiales a centros de transferencia cercanos, como el de Gran Neuquén. Recordó que el cronograma se mantiene y alentó a aprovechar los servicios disponibles. «Todos los medios cumplen un rol clave al concientizar, pero hace falta responsabilidad individual», concluyó.