
Las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo confirmaron ayer la restitución del nieto 140 de la dictadura, recuperado tras un estudio genético de la Comisión Nacional por la Identidad (CONADI). El joven, hijo de Graciela Romero y Raúl Eugenio Metz –ambos secuestrados en Cutral Có en diciembre de 1976–, fue criado en Buenos Aires sin conocer su origen.
Su hermana, Adriana Metz –residente en Mar del Plata y militante por los derechos humanos– escuchó a su hermano por primera vez en 48 años, durante la conferencia de prensa junto a Estela de Carlotto. Emocionada, expresó: “Ey, acá estoy yo”, frase que quedó para la historia familiar.
La militante y sobreviviente neuquina Dora Seguel, oriunda de Cutral Có y integrante de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, destacó que el descubrimiento “va marcando que la lucha colectiva vale la pena”. Subrayó además la importancia de seguir sostenido al Banco Nacional de Datos Genéticos.
El nieto fue nacido en abril de 1977 en el centro clandestino “La Escuelita” de Bahía Blanca, según el testimonio de compañeras presas políticas. Esa pieza clave permitió reconstruir su historia y validar su identidad con el ADN.
Dora Seguel contó que en Cutral Có “la emoción es colectiva”; explicó que la restitución del nieto 140 devuelve identidad y memoria a una comunidad golpeada por la represión. También insistió en la necesidad de apoyo institucional y social para sostener la búsqueda de más nietos.
Se conoció además que los supuestos apropiadores del joven están vivos, aunque no se difundieron datos sobre ellos. El nieto, aún sin divulgar su nombre, habría sospechado sobre su identidad al consultar carpetas familiares y exigió una muestra genética voluntaria.
La organización Abuelas y Madres insisten en que cualquier persona nacida entre 1974 y 1983 con dudas sobre su identidad debe acercarse, ya sea a Abuelas de Plaza de Mayo o a la CONADI, y aprovechar los recursos del Banco Nacional de Datos Genéticos.
La resolución del caso llega en un momento de debate político: la desfinanciación y pérdida de autonomía del Banco Nacional de Datos Genéticos denunciada por Estela de Carlotto fue alertada durante el anuncio, lo que reactiva el reclamo por recursos y compromiso estatal.