
Vacacionar en la región patagónica este invierno será más barato que en 2024, ya que las tarifas de alojamiento subieron apenas un 20 % y los pasajes en colectivo un 33 %, muy por debajo de la inflación interanual del 43,5 % en mayo.
Los tickets aéreos fueron el único gasto que superó la inflación, con un incremento del 54 %, lo que consolidó la opción terrestre y hotelera local como más accesible para turistas.
Bariloche volvió a liderar la preferencia en reservas, seguida por Ushuaia, San Martín de los Andes y Villa La Angostura, posicionando al sur neuquino como centro de atracción principal.
Esta realidad brinda una oportunidad estratégica para Neuquén, ya que las familias de clase media encontrarán en su provincia un destino competitivo, con nieve, paisajes y menor costo relativo.
El gobierno neuquino puede capitalizar esta coyuntura, impulsando paquetes promocionales, bonificaciones en alojamientos y conectividad terrestre para potenciar el turismo regional aprovechando la estacionalidad.
La provincia debería potenciar rutas de colectivo y trenes turísticos, combinadas con financiaciones o cuotas, para conciliar con la menor presión inflacionaria y atraer visitantes desde otras provincias.
Operadores locales pueden diseñar experiencias combinadas, como nieve, termas, senderismo y gastronomía regional, para aprovechar el auge en destinos cercanos como San Martín de los Andes, potenciando el efecto red patagónico.
El turismo local en Neuquén saldrá beneficiado y se espera reactivar la economía regional, con ocupación hotelera, movimiento gastronómico y generación de empleo temporal, mientras se sostiene la competitividad interna frente al exterior.