
Desde este lunes 23 de junio, los trabajadores del Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA) iniciaron un paro por tiempo indeterminado en reclamo de mejores condiciones laborales y mayor financiamiento del organismo. Como consecuencia directa, no hay controles activos en los accesos a la provincia, situación que genera preocupación sanitaria.
Según detalló Mónica Leiva, vocera del sector, el reclamo se sostiene sobre una larga lista de problemáticas: vehículos en estado crítico, oficinas y depósitos deteriorados, falta de equipamiento básico como balanzas, termómetros y hasta sillas, además de infraestructura precaria en los puestos de control, como en el Tercer Puente, donde trabajan en una casilla sin calefacción ni condiciones mínimas de seguridad.
En el ingreso a Centenario, denunciaron un pozo que impide el paso seguro de camiones y que, pese a haber sido reclamado con más de 20 notas, no fue reparado en una década. Además, señalaron que una camioneta volcó el sábado pasado por el mal estado de los vehículos asignados al organismo.
“Los compañeros viajan en camionetas que no pasan ni la VTV. No se puede trabajar así, ni garantizar controles con seguridad”, denunció Leiva.
La situación se agrava con la crisis administrativa interna, ya que el director Andrés Piotti finalizó su mandato el 16 de junio. Aunque continúa como gerente hasta fin de mes, no tiene facultades para convocar al directorio, lo que paraliza toda posibilidad de gestión.
También se cuestionó el bajo ingreso por tasa, considerando que un camión con carga valuada en más de 20 millones de pesos paga apenas $10.000 por ingresar a la provincia, lo que consideran insostenible para cubrir el funcionamiento del organismo.
“Vamos a seguir hasta que se nos garantice el funcionamiento del organismo: casillas en condiciones, vehículos seguros y herramientas básicas de trabajo. El CIPPA está totalmente desfinanciado”, concluyó Leiva.
Los trabajadores advierten que no levantarán el paro hasta que haya respuestas concretas.