Los trabajadores de la Sanidad nucleados en ATSA realizan protestas en Neuquén, recorriendo clínicas privadas para exigir un aumento salarial que supere el 1% ofrecido por el Gobierno de Javier Milei y las cámaras empresarias. La acción, liderada por la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), busca visibilizar la precaria situación laboral del sector en un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo.

La secretaria general de ATSA Neuquén, Marina Díaz, encabeza las manifestaciones, que comenzaron esta mañana frente al Policlínico Neuquén, en calle Alberdi 269. Los trabajadores rechazan la propuesta de incremento del 1%, calificada como insuficiente por la dirigente, quien afirmó: «Nosotros pedimos mucho más». La movilización se desarrolla en un clima de tensión, mientras el gremio presiona por una recomposición salarial acorde a la inflación acumulada.

El recorrido continuó en la Clínica de Imágenes, ubicada en Santa Fe 273, donde los manifestantes reiteraron su reclamo por mejoras salariales dignas. Según Díaz, la protesta se extenderá a otros centros de salud, incluyendo la Clínica Medicina XXI, en Alderete 445, y culminará en la Clínica Pasteur, en Rioja 36, con el objetivo de visibilizar la situación ante las autoridades y la sociedad. El horario de finalización dependerá de las respuestas de las empresas.

El conflicto se enmarca en un contexto nacional de paritarias estancadas, donde el Gobierno de Milei impulsa un tope del 1% mensual para los aumentos salariales, según fuentes oficiales. Esta política ha generado rechazo en diversos sectores, incluida la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), que también enfrenta dificultades para homologar acuerdos previos con incrementos superiores.

Los trabajadores de la Sanidad denuncian una pérdida del poder adquisitivo de hasta un 20% mensual frente a la inflación, según estimaciones gremiales. En Neuquén, las clínicas privadas, como Pasteur y Policlínico, han sido escenario de medidas de fuerza previas, como la retención de tareas de mayo de 2024, donde se exigieron mejoras salariales sin éxito.

Marina Díaz destacó la unidad del sector en esta lucha, señalando que las protestas buscan presionar tanto al Gobierno como a las cámaras empresarias, que argumentan no contar con fondos suficientes para incrementos mayores. «Con empresarios mezquinos, no hay salud», expresó la sindicalista, reflejando el malestar generalizado del personal asistencial, técnico y administrativo.

El impacto de las protestas podría afectar la atención en las clínicas, aunque los trabajadores aseguran que las medidas se organizan para minimizar las molestias a los pacientes. En mayo de 2024, un paro de 72 horas en Neuquén obligó a los usuarios a consultar horarios de atención, y esta vez se recomienda a los pacientes verificar la operatividad de los centros de salud.

El panorama sindical se tensa en el primer año de gestión de Milei, con gremios como ATSA y FATSA enfrentando restricciones para negociar mejoras. La negativa del Ministerio de Trabajo a homologar acuerdos superiores al 1% ha generado un clima de confrontación, mientras los trabajadores de la Sanidad insisten en que continuarán las acciones hasta obtener una respuesta satisfactoria.