
Un intento de robo fue frustrado por los propios dueños de casa en el barrio Altos del Limay, quienes lograron ahuyentar a un ladrón que intentó ingresar a su vivienda durante la madrugada. El hecho ocurrió a las 6:52 de la mañana del pasado martes, cuando el sospechoso fue captado por las cámaras de seguridad forzando una puerta de ingreso. El hecho ocurrió en cercanía a la intersección de las calles Río Senguer y Combate de Chimehuin.
El hombre logró entrar al sector donde estaban los vehículos estacionados, pero fue sorprendido por los gritos de los habitantes del domicilio, quienes ya venían advirtiendo movimientos sospechosos en el ingreso de su domicilio. Gracias a esa reacción inmediata, el delincuente desistió del robo y escapó del lugar caminando rápidamente.
El intento de robo quedó registrado en las cámaras de seguridad, que muestran cómo el sospechoso se aproxima de forma sigilosa, fuerza la puerta y accede al sector interno. Apenas se escuchan los gritos desde el interior de la vivienda, el hombre da media vuelta y se retira del lugar.
La situación generó alerta entre los vecinos, quienes ya habían denunciado hechos similares en las últimas semanas. “Estamos cansados, ya no es la primera vez que esta persona deambula por acá”, aseguró una vecina en diálogo con medios locales, aludiendo a dos intentos de robo recientes atribuidos al mismo individuo.
El hecho tuvo lugar en la intersección de las calles Río Senger y Combate de Chimehuín, en una zona residencial que viene reclamando mayor presencia policial y medidas de seguridad. Según testimonios, el presunto delincuente actúa siempre con un patrón similar: camina por el barrio en la madrugada, prueba ingresar a los domicilios y se retira si es descubierto.
Los vecinos compartieron los videos de la cámara de seguridad para advertir a la comunidad, con la esperanza de que más personas estén alertas y colaboren con la identificación del sospechoso. También se solicitó a las autoridades reforzar los patrullajes en horarios clave, sobre todo en la franja previa a las 7 de la mañana.
Aunque el hecho no dejó víctimas ni daños materiales de gravedad, expone una problemática creciente en barrios alejados del centro. La modalidad de “robo oportunista” en horas de descanso se repite con frecuencia y genera una creciente preocupación entre los vecinos, que muchas veces deben recurrir a estrategias propias para proteger sus hogares.