
El sector Río Grande de la ciudad de Neuquén fue escenario de una nueva inauguración de infraestructura en el marco del Plan Orgullo Neuquino, impulsado por el intendente Mariano Gaido y el gobernador Rolando Figueroa. En esta etapa, se intervinieron 15 cuadras con obras de asfalto, pluviales y cloacas, en una zona crítica donde históricamente se producían anegamientos durante las lluvias.
La obra comprendió el pavimento en el cuadrante delimitado por Gatica, Antonio Álvarez, Ruival y Félix Vitale, además de sectores de Chaneton, Dr. René Favaloro, Gabriel Forquera y José Ingenieros. Uno de los puntos centrales del proyecto fue la instalación de una estación de bombeo que canaliza el agua hacia el río Limay, con el objetivo de garantizar el escurrimiento rápido y seguro del agua. “Cambia rotundamente la jerarquía del barrio porque no es solamente asfalto, sino también una estación de bombeo que resuelve una situación problemática cuando llueve”, sostuvo Gaido durante el acto.
El jefe comunal también destacó que se reacondicionaron las cloacas en el sector, lo cual completa un paquete integral de mejoras para los vecinos y vecinas de Río Grande. La inversión total fue de 1.500 millones de pesos, financiada con recursos municipales: “Son fondos de los vecinos de la ciudad de Neuquén, y a partir de la buena administración pueden convertirse en obras”, subrayó.
Desde el gobierno provincial, el gobernador Rolando Figueroa calificó la intervención como parte de una política ejemplar: “Más de tres mil cuadras pavimentadas es un hito único en la Argentina, y es gracias a una administración eficiente que demuestra que los neuquinos sabemos gestionar y decidir qué hacer con nuestros recursos”.
Jorge Cáceres, representante de la Comisión Vecinal de Río Grande, afirmó que se trataba de una obra largamente esperada: “Acá tenemos pluviales, cloacas y asfalto. Realmente este era un lugar donde nos estaba faltando todo esto”.
El Plan Orgullo Neuquino, según se anunció, superará las 3.000 cuadras intervenidas a lo largo del 2024, consolidándose como una de las políticas públicas de infraestructura urbana más relevantes en la historia reciente de la capital neuquina.