
Un vecino de Neuquén, Federico Pérez, advirtió sobre una nueva forma de fraude virtual que casi lo convierte en víctima. La maniobra, cada vez más sofisticada, se basa en una llamada de WhatsApp que simula ser del área de seguridad de una plataforma de compras. A través de un discurso bien armado y convincente, los estafadores buscan que el usuario comparta la pantalla de su celular, lo que les permite acceder a datos sensibles sin solicitar ninguna contraseña.
Según relató Pérez, el sábado por la tarde recibió una llamada que, en pantalla, mostraba el nombre “área de seguridad”. Ante la sospecha, activó la grabación de pantalla para dejar constancia de lo que ocurría. “Decidí grabar todo desde el inicio porque me pareció raro. La persona decía que estaban intentando hacer una compra con mi cuenta de MercadoLibre, y me daba datos falsos para reforzar la historia”, explicó.
Manipulación emocional y engaño técnico
La llamada continuó con un falso asesor que aseguraba poder cancelar una supuesta compra no autorizada, para lo cual solicitó que Pérez presionara la opción «cambiar llamada» y luego compartiera pantalla. “Ahí me di cuenta que no querían contraseñas, sino capturar mi rostro. Con eso podrían ingresar a cuentas como Mercado Pago, que hoy piden verificación facial”, explicó.
El engaño se disfraza de ayuda técnica y apela al miedo. En lugar de pedir datos directamente, los delincuentes convencen a la víctima de realizar acciones que terminan cediendo el control total del teléfono. Desde instalar aplicaciones espía hasta obtener acceso visual a las contraseñas, el objetivo es el robo de identidad y el vaciamiento de billeteras digitales.
Un patrón que se repite
Federico comentó que otras personas han sido contactadas por el mismo número y bajo la misma modalidad. “Incluso vi el video de otra víctima con la misma voz y la misma estrategia. Cambian los nombres, pero el guion es idéntico”, advirtió.
Además, relató que un familiar cercano fue estafado de manera similar, mediante un llamado supuestamente proveniente de una entidad bancaria, donde le informaban sobre un préstamo solicitado a su nombre. “Lo hicieron entrar en pánico y ahí es cuando uno empieza a seguir los pasos que le indican sin pensar”, dijo.
El peligro de confiar en las apariencias digitales
Uno de los elementos más peligrosos de esta nueva modalidad es que ya no es necesario que el estafador te pida datos de forma directa. Al obtener acceso visual al celular mediante la pantalla compartida, observan el uso del dispositivo en tiempo real, captan gestos, claves, y autorizaciones sin que el usuario lo note.
“Me decían que todo estaba grabado en cinta. Imaginate, eso ya te demuestra que no están ni actualizados”, ironizó Federico, quien terminó enfrentando al estafador y cortando el vínculo sin ceder ningún dato.
Ante esta situación, el testimonio funciona como advertencia a la comunidad para no caer en estas trampas. Las recomendaciones son claras:
-
Nunca compartir pantalla con desconocidos.
-
Desconfiar de llamadas que dicen provenir de áreas de seguridad.
-
No realizar ningún procedimiento técnico durante una comunicación sospechosa.
-
Verificar de forma independiente con la entidad correspondiente antes de actuar.
-
Grabar o registrar el intento para denunciar.
“Esto puede pasarle a cualquiera. Por eso decidí contarlo”, concluyó Pérez. La difusión de estos casos resulta clave para prevenir que más personas sean engañadas y pierdan el control de sus datos personales o su dinero.