La comisión vecinal de Provincias Unidas volvió a alertar sobre el constante tránsito de camiones pesados por las calles internas del barrio, a pesar de que esta circulación está expresamente prohibida. A esto se suma un problema recurrente: el derrame de hormigón en la vía pública, que ha generado malestar e inconvenientes para los frentistas.

Jaime Vallejos, presidente de la vecinal, detalló que en los últimos días un camión cargado con hormigón volcó parte de su carga en calle Río Mocoretá y continuó su recorrido sin asumir responsabilidad alguna. “Esto ya ocurrió en calles como Río Colorado. El hormigón se endurece rápidamente y es casi imposible removerlo una vez seco”, explicó. Frente a esta situación, algunos vecinos salieron con palas a limpiar lo que pudieron.

Según indicó el referente barrial, la empresa responsable de los últimos tres derrames sería la misma, y aunque ya fue notificada en reiteradas oportunidades, no ha mostrado señales de compromiso ni respuesta alguna. Se enviaron videos, notas formales y reclamos, pero no hubo sanciones visibles.

El reclamo no es aislado. El crecimiento del tránsito vehicular en el barrio ha sido exponencial, en especial durante las horas pico. “A partir de las 5 de la mañana, las calles se llenan de camiones del sector petrolero y vehículos particulares que buscan evitar los semáforos principales y tomar un atajo hacia el puente”, relató Vallejos.

Este flujo desmedido afecta directamente la seguridad y la infraestructura del barrio. Los vehículos pesados rompen cables, se llevan postes de luz y ponen en riesgo a peatones, especialmente en zonas donde hay escuelas. “En la intersección de Río Desaguadero y Virgen del Luján confluyen cuatro instituciones educativas y la situación se vuelve crítica”, enfatizó.

Desde la vecinal ya solicitaron la presencia de inspectores de tránsito, incluso llegaron a proponer una colecta vecinal para financiar personal de control. “Mientras en el centro hay tres o cuatro agentes por cuadra, acá no hay ninguno”, reclamó el dirigente barrial.

Otro dato preocupante es que muchos camioneros aseguran que sus GPS los guían por esa vía, lo que evidencia una falta de planificación urbana y control del tránsito pesado. Algunos vecinos proponen bloquear calles como Virgen de Luján o Desaguadero para impedir el paso de los camiones.

La comunidad también cuestiona la inacción oficial. “No basta con estudios y fotos desde un helicóptero. Necesitamos que se actúe ya”, reclamó Vallejos. En más de una oportunidad, se acercaron autoridades del Observatorio Vial, pero hasta el momento no se adoptaron medidas concretas.

Desde la comisión barrial, solicitaron que las autoridades implementen restricciones efectivas, impongan sanciones a las empresas que derraman materiales en la vía pública y refuercen los controles en horarios críticos, antes de que la situación derive en una tragedia evitable.