
Las recientes declaraciones del ministro de Regulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sobre el cierre y reestructuración de organismos públicos, generaron un fuerte rechazo por parte de los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), especialmente en la región patagónica, donde el organismo cumple un rol clave en el desarrollo territorial.
En una exposición pública, Sturzenegger apuntó directamente contra el INTA, al mencionar que el organismo «gasta la mitad de las retenciones del maíz» y sugirió que no está claro “qué hace”. Esta afirmación fue considerada agraviante e ignorante por el personal técnico y profesional del INTA, que rápidamente respondió con datos concretos y un fuerte respaldo a su labor.
“Somos el único organismo nacional presente en todo el territorio, incluso en municipios pequeños donde no llega nadie más. Aportamos asesoramiento, conocimiento, fortalecimiento técnico y articulamos redes entre universidades, empresas y organizaciones del sector”, señaló el organismo en un comunicado.
Desde el INTA Patagonia recordaron también la formación de su capital humano: todos los profesionales ingresan por concurso, y tienen acceso a formación continua, lo que les permite especializarse a través de doctorados, posgrados y capacitaciones, convirtiéndose en referentes técnicos reconocidos incluso a nivel internacional.
Uno de los ejemplos más mencionados fue el Programa Prohuerta, cerrado recientemente por el gobierno nacional, luego de 36 años de trayectoria. Se trataba de una iniciativa que llegaba a los sectores más vulnerables y que incluso fue exportada a países como Haití, donde técnicos del INTA capacitaron a comunidades locales en producción de alimentos de autoconsumo.
“El INTA es mucho más que un gasto. Es un pilar del desarrollo agropecuario, agroindustrial y social del país. Si se lo desmantela, se pierde una red de conocimiento que llevó décadas construir”, advirtieron.
Este jueves, representantes gremiales del INTA mantendrán una reunión con legisladores provinciales para exponer el impacto que tendría la eliminación de las agencias territoriales y defender la continuidad del organismo.
“El INTA no sobra, hace falta más que nunca”, sostienen sus trabajadores, que insisten en que desfinanciar o cerrar el organismo sería un retroceso para el desarrollo productivo, científico y social del país. Frente a la incertidumbre, prometen seguir visibilizando su labor y defendiendo su permanencia en cada rincón del territorio argentino.