
Un intento de motín se registró el sábado en la Unidad de Detención N°11 de Neuquén, específicamente en el pabellón 4, cuando un grupo de internos reaccionó ante la negativa de una visita solicitada fuera del horario habitual. En diálogo con Radio 7, el comisario Alejandro Pérez, responsable de las unidades de detención, informó que la situación fue controlada sin lesionados ni daños materiales significativos.
El incidente se originó cuando un interno solicitó una visita extraordinaria para el sábado por la tarde, fuera de los días establecidos para visitas, que son miércoles y sábado. La petición fue evaluada y rechazada el domingo por haberse presentado fuera de tiempo, lo que generó malestar entre los internos del pabellón.
Ante la negativa, los internos comenzaron a manifestar su descontento, lo que derivó en un conflicto alrededor de las 10:45 de la mañana. El personal de seguridad interna intentó dialogar con los internos para calmar la situación, pero al no obtener resultados, se procedió a intervenir con el grupo especial de la unidad.
La intervención permitió normalizar la situación hacia las 12:30 del mediodía, sin que se registraran heridos entre internos o personal penitenciario. Según el comisario Pérez, no se produjo una escalada de violencia extrema y los internos fueron evaluados por personal médico, confirmando que se encontraban en buen estado de salud.
Durante el incidente, se intentó prender fuego a colchones, pero el fuego no se propagó, gracias a la rápida acción del personal. No se reportaron daños en la estructura del pabellón ni enfrentamientos con armas de fabricación casera.
Familiares de los internos se acercaron a la unidad en horas de la noche, alertados por los propios detenidos. Fueron informados de que la situación ya estaba controlada y que los internos se encontraban bien, tras lo cual se retiraron pacíficamente.
El comisario Pérez desmintió versiones que indicaban la presencia de un familiar dentro del penal durante el motín, aclarando que los domingos no hay visitas y que la única actividad programada ese día, un partido de rugby, fue suspendida debido al conflicto. También negó que el motín se debiera a condiciones de habitabilidad, reiterando que el detonante fue la negativa a la visita extraordinaria solicitada por un interno.