Un varón fue condenado a cinco años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual de una niña perteneciente a su entorno cercano. La acusación realizada por la fiscal del caso Valeria Panozzo informó que los abusos comenzaron cuando la víctima tenía entre 10 y 12 años.

Se trata de V.R.D, el acusado aceptó los hechos y fue condenado a cinco años de prisión efectiva. Además será inscripto en el Registro de Identificación de Personas Condenadas por Delitos contra la Integridad Sexual (RIPeCoDIS).

Los abusos comenzaron en una situación de convivencia entre julio de 2022 y abril de 2023, cuando el condenado, la víctima y el resto grupo familiar  convivían en una vivienda de Plottier.  Durante este tiempo la convivencia se terminó pero las agresiones sexuales continuaron en la vivienda que el condenado alquiló.

Allí, los hechos sucedían entre las 18:00 y las 23:00, cuando la niña se encontraba bajo su cuidado, en conformidad con un régimen de comunicación acordado en un juzgado de Familia.

Las agresiones sexuales consistieron en tocamientos a la víctima, según informes médicos y las pericias realizadas, no se corroboraron otro tipo de agresiones. Sin embargo el informe constató que el imputado ejerció fuerza e impidió cualquier maniobra evasiva por parte de la niña.

A partir de la escala penal prevista para los delitos atribuidos, la fiscal Panozzo explicó durante la audiencia dirigida por el juez Juan Manuel Kees, que la pena a imponer debía alejarse del mínimo de 3 años. Describió como que debía considerarse la multiplicidad de hechos cometidos y la extensión del daño que causó en la víctima, por lo que solicitó la homologación de una pena de 5 años de prisión efectiva.

Tras escuchar a las partes –la querella institucional en representación de la víctima y la defensa- y luego de que el imputado aceptara su responsabilidad, el juez declaró la responsabilidad de V.R.D y ordenó su inscripción en el RiPeCoDIS.