En una nueva acción para combatir la inseguridad urbana, la Municipalidad de Cipolletti llevó adelante la demolición de una propiedad usurpada en la intersección de las calles Pastor Bowler y Brasil, en el barrio Luis Piedrabuena. La vivienda, en condiciones estructurales precarias y convertida en un foco de actividades ilícitas, fue desarmada con maquinaria pesada en un operativo coordinado entre el gobierno local, la Policía de Río Negro y fuerzas especiales.

La intervención forma parte de un plan sostenido de erradicación de «aguantaderos» —casas ocupadas ilegalmente y utilizadas como escondites para delincuentes y centros de venta de estupefacientes—. Según informaron autoridades, ya se han demolido más de 15 estructuras en distintos sectores de la ciudad.

Durante el procedimiento, se encontró en el lugar a un hombre que manifestó estar alquilando, pero que se retiró sin oponer resistencia. No había menores ni más personas en la vivienda al momento del operativo. El inmueble, que contaba con ocho habitaciones y presentaba riesgo de derrumbe, acumulaba denuncias vecinales por robos y otras situaciones delictivas.

Además del valor de recuperar la tranquilidad para los vecinos, el municipio logró restituir la propiedad a su legítima dueña, quien había sido despojada del inmueble años atrás. La zona estaba considerada conflictiva por los residentes, quienes evitaban circular por allí debido a reiterados hechos de violencia.

El operativo, que despertó gran expectativa entre los habitantes del barrio, refuerza la política de intervención directa que lleva adelante la gestión municipal en materia de seguridad. Aunque reconocen que aún quedan otras propiedades con características similares, las autoridades aseguran que se continuará trabajando para eliminar estos focos de delito y devolver la seguridad a los barrios cipoleños.