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Estaciones de servicios: inseguridad, trabajo nocturno y un sofisticado robo

Una estación de servicio Shell ubicada en la Autovía Norte fue escenario de un insólito y audaz robo durante la madrugada del lunes, cuando un delincuente armado maniato a los empleados, se disfrazó de playero y permaneció dentro del lugar durante una hora y media. El hecho ocurrió cerca de las 3 de la mañana […]

Una estación de servicio Shell ubicada en la Autovía Norte fue escenario de un insólito y audaz robo durante la madrugada del lunes, cuando un delincuente armado maniato a los empleados, se disfrazó de playero y permaneció dentro del lugar durante una hora y media. El hecho ocurrió cerca de las 3 de la mañana y ha reavivado el debate sobre la inseguridad y las condiciones de trabajo nocturno en zonas aisladas de la ciudad.

El delincuente actuó solo, ingresó con un aerosol rojo con el que cubrió las cámaras de seguridad y utilizó una amoladora para intentar abrir la caja fuerte. Durante ese lapso, atendió incluso a un cliente haciéndose pasar por un empleado, lo que generó asombro y preocupación en toda la comunidad de expendedores de combustible.

En diálogo con Radio 7, Carlos Pinto, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Neuquén y Río Negro, expresó su alarma ante la sofisticación del delito y advirtió que no se descarta el cierre nocturno de algunas estaciones de servicio. “Este robo sale de lo común; demuestra una preparación preocupante”, afirmó en declaraciones radiales.

Pese a que la estación contaba con un guardia de seguridad, el ladrón logró actuar sin interrupciones, lo que pone en duda la efectividad de las medidas actuales y plantea la necesidad de reforzarlas. Pinto señaló que la lejanía y el aislamiento de algunas estaciones —como la IPF de la Ruta 7 y otras en la Autovía Norte— las convierte en blancos vulnerables.

Uno de los puntos más inquietantes es la hipótesis de que el ladrón no haya actuado solo, ya que la zona es descampada y se desconoce cómo logró escapar sin ser detectado. “Es llamativo que la policía no haya podido dar con él, estuvo más de una hora adentro”, lamentó Pinto.

La Cámara de Expendedores viene advirtiendo desde hace años sobre los riesgos del trabajo nocturno, sobre todo en lugares con poca circulación o sin vigilancia urbana cercana. El uso de efectivo ha disminuido, pero aún persisten riesgos que exigen atención, según el dirigente.

Entre las posibles soluciones se baraja dejar de aceptar efectivo en horarios nocturnos o directamente cerrar las estaciones desde las 22 o 23 horas, especialmente aquellas más expuestas. Sin embargo, Pinto reconoció que muchas de estas estaciones cumplen un rol clave en la logística nocturna de transporte y no pueden cerrar sin generar otros inconvenientes.

Este episodio evidencia que, a pesar de los avances en medios de pago electrónicos y medidas de seguridad, la delincuencia encuentra nuevas formas de atacar, lo que obliga a replantear estrategias. Pinto concluyó con una advertencia: “No podemos naturalizar hechos como este. Fue un robo atípico que debería servir como llamado de atención a todos”.

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