
La interna del peronismo bonaerense entró en una nueva fase de tensión con el regreso de la consigna “Cristina 2025” promovida por La Cámpora durante una actividad encabezada por Máximo Kirchner en Quilmes, mientras el gobernador Axel Kicillof profundiza su armado político con el lanzamiento de su espacio Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el respaldo de intendentes y gestos de apertura a sectores de la UCR.
Según supo Noticias Argentinas, la reaparición de carteles con la leyenda «Cristina 2025» colocados por militantes en Villa Itatí durante el Día del Trabajador, fue leída como una presión directa sobre Kicillof, quien por estas horas evita confrontar públicamente con Cristina Fernández de Kirchner, pero marca cada vez más su autonomía.
“No estamos discutiendo a Cristina, estamos discutiendo a la bandita de Máximo”, disparó Andrés ‘Cuervo’ Larroque, ministro de Desarrollo bonaerense, en declaraciones que agitaron aún más el clima de disputa. La frase, como tantas otras del larroquismo, buscó correr a CFK del eje de confrontación y apuntar a su hijo como el operador de los frentes de desgaste contra el gobernador.
El kirchnerismo duro mira con recelo la construcción de Kicillof y teme que le dispute el liderazgo interno. El gobernador construye sin romper, pero suma poder con cada paso que da: intendentes, legisladores y ahora hasta radicales, como Federico Storani, con quien compartió una charla pública en La Plata.
En paralelo, Kicillof prepara un acto en el camping de UPCN en La Plata para el 24 de mayo, donde oficializará el MDF. La señal se suma a la suspensión de las PASO provinciales y el desdoblamiento electoral, que ya fue interpretado como parte de su estrategia para consolidarse.
Además, la Legislatura tratará esta semana un proyecto impulsado por Diego Garciarena (UCR) y respaldado por el oficialismo que condonará $7.900 millones de deuda a municipios por fondos girados durante la pandemia. El intendente Leonardo Nardini lo celebró en redes como “un nuevo esfuerzo del gobernador en favor de los bonaerenses”.
Según supo esta agencia, la foto con Storani también despertó alarma en sectores camporistas. Kicillof y el histórico dirigente radical coincidieron en el rechazo al FMI, el legado de Francisco y la necesidad de una alternativa de fuerte contenido social.
Mientras tanto, el escenario se divide: La Cámpora presiona por la candidatura de Cristina, mientras Kicillof abre el juego y amplía su base territorial.