
El presidente Javier Milei partirá este jueves rumbo al Vaticano para asistir al funeral del papa Francisco, fallecido el lunes a los 88 años, acompañado por una comitiva reducida de seis funcionarios. La ceremonia, que reunirá a líderes mundiales, se celebrará el sábado 26 de abril en la Basílica de San Pedro, mientras en Argentina se organizan actos interreligiosos en homenaje al primer pontífice argentino.
La delegación argentina, liderada por Milei, incluye a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller Gerardo Werthein; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el vocero presidencial, Manuel Adorni. Nahuel Sotelo, secretario de Culto, viajará esta noche para coordinar la agenda en Roma, donde recibirá a la comitiva. El grupo planea regresar el domingo.
En Buenos Aires, la Catedral Metropolitana será escenario este jueves de una ceremonia interreligiosa para despedir a Francisco, organizada por la Arquidiócesis y conducida por el arzobispo Jorge García Cuerva. Representantes de comunidades judía, musulmana, evangélica y ortodoxa participarán, destacando el legado de diálogo interreligioso del papa. Funcionarios como Francos y Werthein asistieron a un acto similar el martes.
El funeral en el Vaticano, presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, marcará un hito en los ritos funerarios con modificaciones impulsadas por Francisco para enfatizar simplicidad. Su cuerpo, expuesto desde el miércoles en la Basílica de San Pedro, ha recibido a más de 19.400 fieles. Será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, según su deseo.
Milei suspendió su agenda oficial, incluyendo actos de campaña de La Libertad Avanza, para enfocarse en el viaje y el duelo nacional de siete días decretado tras la muerte de Francisco. Su ausencia en la misa del lunes en la Catedral generó críticas, aunque expresó su pesar en redes, destacando la “bondad y sabiduría” del pontífice.
La relación entre Milei y Francisco tuvo altibajos, con críticas del presidente durante su etapa como diputado, llamándolo “populista” y “comunista”. Sin embargo, tras encuentros en 2024, Milei reconoció a Francisco como “el argentino más importante”. El viaje refuerza un gesto de reconciliación en un contexto de luto nacional.
En Argentina, el impacto de la muerte de Francisco se refleja en la suspensión de eventos deportivos y actos políticos. Gobernadores y líderes peronistas, como Axel Kicillof y Cristina Kirchner, expresaron condolencias, pero pocos confirmaron su presencia en Roma, aguardando protocolos vaticanos. Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, también viajará.
El legado de Francisco, centrado en la paz, la justicia social y el diálogo, resuena en los homenajes. La ceremonia interreligiosa en Buenos Aires busca reflejar su visión de unidad, mientras el mundo observa el inicio de la Sede Vacante y los preparativos para el cónclave que elegirá a su sucesor.