
En el segundo día tras la eliminación del cepo cambiario en Argentina, el dólar oficial se acomodó en $1.230, según reportes del mercado, mostrando una relativa estabilidad luego de la apertura del Mercado Libre de Cambios (MLC). La medida, anunciada el viernes 11 de abril por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el Banco Central de la República Argentina (BCRA), permitió que la cotización fluctuara libremente dentro de una banda de $1.000 a $1.400, marcando un hito tras casi seis años de restricciones.
Sin intervención del BCRA, el tipo de cambio oficial no mostró movimientos bruscos, ubicándose en $1.230 según fuentes del mercado, tras cerrar el primer día sin cepo en torno a $1.198-$1.285. Esta calma relativa responde a la dinámica de oferta y demanda, aunque analistas advierten que la demanda contenida podría generar presión alcista en los próximos días. La eliminación del límite de compra de US$200 mensuales para personas físicas impulsó operaciones en el home banking, con usuarios celebrando la simplicidad del proceso.
El dólar blue, en tanto, ajustó a $1.285, según operadores del mercado paralelo, reflejando una caída respecto al cierre del viernes previo ($1.375). Economistas consultados señalan que esta convergencia entre el dólar oficial y el paralelo reduce la brecha cambiaria, un objetivo clave del Gobierno para estabilizar la economía. La reacción del mercado paralelo sugiere que no desaparecerá, pero su relevancia podría disminuir si el oficial mantiene estabilidad.
Los mercados financieros celebraron la medida, con el riesgo país cayendo a 725 puntos y los bonos en dólares trepando hasta un 9,6% el primer día sin cepo. En el segundo día, las acciones argentinas continuaron en alza, con el S&P Merval subiendo un 4,8% en pesos, según datos de la Bolsa de Buenos Aires. Esta respuesta positiva refleja la confianza de los inversores en el nuevo esquema cambiario y el respaldo financiero del FMI, que desembolsará US$12.000 millones esta semana.
El BCRA mantiene su compromiso de no intervenir en el MLC, salvo que el dólar toque los extremos de la banda ($1.000 o $1.400). Si el tipo de cambio cae al piso, comprará divisas para acumular reservas; si alcanza el techo, venderá para contener la suba. Este esquema de flotación controlada, con una actualización mensual del 1% en los límites, busca garantizar previsibilidad mientras se remonetiza la economía.
Analistas advierten sobre posibles presiones inflacionarias, ya que un alza en el tipo de cambio podría trasladarse a los precios. Guido Zack, economista de Fundar, señaló que la inflación podría acelerarse en los próximos dos o tres meses, especialmente en alimentos y bienes importados, aunque el impacto sería acotado si se mantiene el equilibrio fiscal. El Gobierno, por su parte, confía en que la entrada de divisas agrícolas y el superávit fiscal mitigarán estos riesgos.
La eliminación del dólar blend y otras restricciones, como el “parking” para valores negociables, simplifica el mercado cambiario y favorece a exportadores. La liquidación de la cosecha gruesa, sumada a la baja de retenciones al agro, se espera que impulse la oferta de divisas, estabilizando el MLC. Sin embargo, las empresas aún enfrentan restricciones para acceder al mercado oficial, con un esquema diferenciado para flujos y stocks que incluye nuevos Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL).
La transición hacia un mercado libre de cambios genera expectativas y desafíos. Mientras los ciudadanos celebran la posibilidad de comprar dólares sin límites ni impuestos adicionales (excepto para turismo y consumos en el exterior), el Gobierno enfrenta el reto de sostener la estabilidad cambiaria en un año electoral. La consolidación de este esquema dependerá de la acumulación de reservas y la confianza en las políticas económicas de Javier Milei.