
En una decisión judicial reciente, se revocó la prisión domiciliaria del periodista Emiliano Gatti, quien ahora deberá cumplir su condena de seis años en una unidad penitenciaria.
Gatti había sido condenado por tenencia y facilitación de imágenes de abuso sexual infantil, específicamente 50 videos que involucraban a menores de 13 años.
Desde el inicio del proceso, Gatti cumplía prisión domiciliaria en Bahía Blanca, bajo medidas cautelares que incluían el uso de una tobillera electrónica y presentaciones diarias ante las autoridades.
Sin embargo, la fiscalía y la querella solicitaron la revisión de su situación, argumentando la necesidad de una pena efectiva acorde a la gravedad del delito.
Durante la audiencia de revisión, el tribunal evaluó los argumentos de las partes y determinó que no se justificaba la continuidad de la detención domiciliaria.
Por ello, se ordenó el traslado inmediato de Gatti a una unidad penitenciaria, donde deberá cumplir el resto de su condena.
Esta decisión reafirma la aplicación de penas efectivas en delitos de esta gravedad, especialmente cuando involucran la integridad de menores.
El caso de Gatti ha generado un amplio debate sobre la justicia y la protección de los derechos de los niños, resaltando la importancia de sancionar adecuadamente este tipo de conductas.