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Dueño de edificio niega contaminación y exige obras públicas del EPAS

Ignacio García Marro, propietario de un edificio ubicado en la intersección de Fray Luis Beltrán y San Luis, en la ciudad de Neuquén, negó las acusaciones de contaminación ambiental realizadas por la Municipalidad y reclamó que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) concrete las obras necesarias para mejorar el saneamiento en la zona. […]

Ignacio García Marro, propietario de un edificio ubicado en la intersección de Fray Luis Beltrán y San Luis, en la ciudad de Neuquén, negó las acusaciones de contaminación ambiental realizadas por la Municipalidad y reclamó que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) concrete las obras necesarias para mejorar el saneamiento en la zona. El empresario sostuvo que la responsabilidad del problema radica en la falta de inversión pública y no en el accionar de los desarrolladores privados.

La denuncia contra el edificio señala la presencia de líquidos cloacales en la vía pública, sin embargo, García Marro asegura que esa situación es consecuencia directa del mal estado de la red de saneamiento que debe mantener el EPAS. Según explicó, existe una sentencia judicial que obliga al organismo a brindar el servicio de conexión con continuidad y criterio universal, fallo que, según él, no se está cumpliendo adecuadamente.

“Yo pago un millón y medio de pesos por un servicio que no recibo. El EPAS debería invertir en la mejora de la red cloacal, no contratar más personal ni gastar en cuestiones administrativas”, afirmó el empresario, quien además remarcó que la infraestructura actual data de la época del gobierno militar y se encuentra completamente deteriorada. A su entender, la situación no solo afecta a su propiedad, sino a todo el sector del Bajo neuquino.

García Marro explicó que el EPAS realizó la conexión de su edificio a la red de saneamiento en cumplimiento de una sentencia judicial, pero aclaró que la infraestructura existente es insuficiente para evitar desbordes. “La red está a un nivel muy bajo y se necesitan obras públicas de gran envergadura que el Estado no está dispuesto a realizar. Por eso, en lugar de acusarme de contaminar, deberían aplaudir que invierto de manera privada en un barrio que no recibe mejoras desde hace 50 años”, expresó.

El empresario rechazó cualquier acusación de que los líquidos cloacales provengan de su construcción y argumentó que se trata de un problema estructural de la red pública, por lo que exigió la presencia pública del gerente general de EPAS en Neuquén, Esteban Rodríguez, para brindar explicaciones. “No me interesa el circo mediático, quiero que el EPAS solucione el problema de fondo”, afirmó.

En relación a la denuncia de la Municipalidad, García Marro sostuvo que “se engaña a la opinión pública” al responsabilizar a los privados y cuestionó la falta de obras municipales en el área. También apuntó contra otros factores de deterioro ambiental en la zona, como un depósito de vehículos en desuso que, según él, es responsabilidad del municipio y genera mayores inconvenientes sanitarios.

“Esta es una obra habilitada, que cumple con todas las exigencias legales”, aseguró, desmintiendo rumores sobre presuntas irregularidades en la construcción. Además, relató que ha intercambiado numerosas conversaciones con funcionarios municipales, quienes -según él- “realizan actas de infracción que luego nunca llegan al Tribunal de Faltas”, lo que para García Marro constituye un “circo sin fundamentos reales”.

Por último, el propietario insistió en que es un usuario y consumidor de los servicios públicos, y que tiene derecho a exigir información clara y obras de saneamiento efectivas. “Pago como cualquier vecino y tengo derecho a que el servicio se preste de manera correcta. Quiero saber por qué en lugar de ingresar los líquidos a la red, salen hacia mi propiedad las cloacas ajenas”, concluyó.

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