
Una serie de actos vandálicos en las líneas de alta tensión en Chos Malal dejaron sin energía a toda la zona norte de la provincia de Neuquén. El hecho más grave se produjo el pasado jueves por la noche, cuando un hombre abordó a un empleado del Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN), robó una camioneta oficial y terminó volcándola en plena ruta. El ataque se da en el marco de un creciente número de sabotajes que afectan el servicio eléctrico en la región.
El gerente de Transporte del EPEN, Jorge Salva, confirmó que el episodio ocurrió mientras el trabajador realizaba tareas de supervisión en el área afectada. Según explicó, el agresor, aparentemente en estado de alteración y sin conocimientos para conducir, redujo al empleado, tomó el control del vehículo y a los pocos minutos perdió el dominio, causando el vuelco. El hecho ocurrió en la Ruta Provincial 51, cerca de la localidad de Chos Malal.
Este ataque se suma a una escalada de sabotajes sistemáticos que afectan al sistema de transporte eléctrico del norte neuquino. Salva detalló que desde principios de febrero han registrado al menos tres episodios en los que se arrojaron cadenas sobre las líneas de alta tensión, provocando descargas y cortes de suministro. Las maniobras dejaron sin energía a localidades como Andacollo y gran parte del departamento Minas.
Las investigaciones policiales y judiciales se centran en determinar si existe una motivación política detrás de los sabotajes. «No encontramos un motivo económico, ya que no se han robado cables ni equipos. Todo apunta a un ataque deliberado al servicio», afirmó el funcionario. Los incidentes afectan no solo la provisión de energía eléctrica, sino también el suministro de agua potable, que depende de los sistemas eléctricos.
Durante los operativos de patrullaje, el personal del EPEN junto a la Policía de Neuquén encontró hasta cinco cadenas en diferentes puntos críticos de la red de alta tensión. Algunas de ellas fueron localizadas en zonas rurales de difícil acceso, lo que refuerza la hipótesis de que quienes ejecutan estos ataques conocen bien el terreno y el funcionamiento del sistema eléctrico.
El fiscal Fernando Fuentes solicitó prisión preventiva para el principal sospechoso del robo y vuelco de la camioneta, aunque la jueza de garantías rechazó el pedido. El acusado deberá presentarse regularmente ante la Policía, mientras continúa la investigación que intenta desentrañar si actúa solo o responde a un grupo organizado.
El trabajador del EPEN que fue atacado, Claudio Moreta, se encuentra fuera de peligro y recuperándose en su domicilio. Según el testimonio de sus compañeros, Moreta fue interceptado mientras se encontraba estacionado en la ruta. El agresor, aparentemente bajo los efectos de estupefacientes, lo obligó a abandonar la camioneta antes de tomar el volante y huir.
Jorge Salva sostuvo que los recientes sabotajes constituyen una amenaza sin precedentes para la seguridad energética y la integridad del personal del EPEN. «En mis 26 años de trabajo, nunca habíamos visto algo así. Esto no es un simple robo de cables, es un ataque planificado contra el sistema», concluyó el funcionario, quien subrayó que la Justicia continúa con allanamientos y secuestro de celulares en busca de pruebas que esclarezcan el trasfondo de estos hechos.