
El precio del petróleo ha experimentado un aumento reciente debido a una combinación de factores que generan incertidumbre en el suministro global. Entre ataques a infraestructuras clave, sanciones económicas y condiciones climáticas adversas en Estados Unidos, el mercado se encuentra en una situación de expectativa y tensión.
Factores que impulsan los precios
Según analistas, hay tres grandes razones detrás del aumento del crudo: las sanciones a Rusia, la producción de Irán y la política de la OPEP. A esto se suman los conflictos en Medio Oriente y la posibilidad de un acuerdo de paz en la guerra entre Rusia y Ucrania.
- Ataques en Rusia: Un ataque con drones a una estación de bombeo en el oleoducto del Caspio redujo entre un 30% y 40% la exportación de crudo desde Kazajistán, lo que equivale a unos 380.000 barriles diarios menos en el mercado.
- Frío extremo en EE.UU.: En Dakota del Norte, la producción de petróleo cayó hasta 150.000 barriles diarios debido a las bajas temperaturas.
- Negociaciones de paz y sanciones: Estados Unidos está intentando mediar en un posible alto el fuego entre Rusia y Ucrania, lo que podría aliviar algunas restricciones al comercio petrolero. Sin embargo, expertos como Goldman Sachs consideran que una reducción de sanciones no necesariamente aumentaría significativamente la producción rusa de petróleo.
Los precios del crudo en alza
En este contexto, los precios del petróleo han registrado subas sostenidas:
- El Brent, la referencia internacional, subió un 0,8% y alcanzó los 75,98 dólares por barril.
- El WTI estadounidense aumentó un 0,9%, llegando a 72,01 dólares por barril.
¿Cómo impacta esto en la economía global?
Los analistas advierten que, además de los conflictos y sanciones, otras decisiones pueden influir en el mercado del petróleo. Por ejemplo, el presidente Donald Trump ha anunciado la intención de imponer aranceles del 25% a autos, semiconductores e importaciones farmacéuticas. Estas medidas podrían afectar el crecimiento económico mundial y, en consecuencia, la demanda de combustible.
En paralelo, las negociaciones entre Israel y Hamás para una segunda fase del alto el fuego en Gaza podrían traer algo de calma a los mercados energéticos, reduciendo el temor a interrupciones en el suministro de crudo.
Un mercado volátil
El petróleo sigue siendo un termómetro de la estabilidad global. Mientras persistan las tensiones en Rusia, las restricciones en la OPEP y la incertidumbre económica, los precios continuarán en constante fluctuación. Para países importadores como Argentina, esto puede significar desafíos en los costos de combustibles y en la inflación, mientras que para productores de petróleo como Vaca Muerta, estos movimientos pueden abrir nuevas oportunidades de exportación.
Con información de Reuters