
En el día de ayer, el Gobierno de la Provincia del Neuquén presentó a la Legislatura provincial un proyecto de ley que propone la adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), establecido por la Ley Nacional 27.742. Este régimen, aprobado en julio de este año, tiene como objetivo atraer inversiones significativas tanto nacionales como extranjeras, promoviendo el desarrollo económico y la generación de empleo.
El proyecto, remitido con carácter prioritario, destaca que la adhesión al RIGI brindará beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para proyectos de gran envergadura. En la exposición de motivos, se subrayó que esta medida es estratégica para posicionar a Neuquén como un destino atractivo para las inversiones y un actor clave en el desarrollo energético nacional. Además, el texto enfatiza la necesidad de implementar este régimen de manera transparente, con un enfoque participativo y en armonía con la protección del medio ambiente.
Un contexto nacional que marca el rumbo
La propuesta provincial se presenta en un momento de cambios significativos en la política energética nacional. El pasado mes, el Gobierno Nacional reglamentó, a través del Decreto 1057/2024, disposiciones clave de la Ley de Hidrocarburos. Entre otros puntos, esta norma otorga mayor libertad para exportar hidrocarburos, estableciendo que solo se restringirá el comercio exterior en situaciones excepcionales para garantizar el abastecimiento interno. Esta medida ha sido señalada como un avance para mejorar la competitividad del sector, aunque no han faltado voces críticas que cuestionan su verdadero impacto a largo plazo.
El papel de Neuquén en el escenario energético
Hasta el momento, seis proyectos han sido postulados bajo el RIGI a nivel nacional, representando una inversión estimada de 7.800 millones de dólares, de los cuales el 70% está vinculado a desarrollos en la formación Vaca Muerta.
- Oleoducto Vaca Muerta Sur: Impulsado por YPF en colaboración con otras seis petroleras, este proyecto prevé una inversión de más de 2.500 millones de dólares. Su objetivo es triplicar la capacidad de transporte de petróleo en los próximos cuatro años, permitiendo que Argentina exporte hasta un millón de barriles diarios de crudo a partir de 2028.
- Ampliación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner: Presentado por Transportadora Gas del Sur (TGS), este proyecto busca incrementar la capacidad de transporte de gas natural desde Vaca Muerta hacia la zona del Litoral argentino. Con una inversión estimada de 500 millones de dólares, la iniciativa incluye la ampliación del gasoducto entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires), así como la construcción de cuatro plantas compresoras.
- Planta de Licuefacción de Gas Natural (GNL): Liderado por Pan American Energy (PAE) en asociación con Golar LNG y Pampa Energía, este proyecto contempla la instalación de un buque de licuefacción en el Golfo San Matías, provincia de Río Negro. La inversión proyectada es de aproximadamente 2.900 millones de dólares, con el objetivo de exportar gas natural licuado proveniente de Vaca Muerta a partir de 2027.
Sin embargo, queda por ver si este nuevo marco será suficiente para sortear los desafíos estructurales que enfrenta la provincia, como la necesidad de mayor infraestructura, mejoras en la competitividad y una gestión ambiental equilibrada.
1.000 millones de dólares para infraestructura
La luz al final del túnel?
Si bien el proyecto de adhesión al RIGI parece prometedor en papel, surge la pregunta de si las inversiones proyectadas realmente llegarán a concretarse con el impacto esperado. La experiencia reciente con iniciativas de incentivo a grandes inversiones ha demostrado que, aunque atractivas, suelen enfrentar demoras, falta de claridad en su implementación y críticas por los beneficios fiscales otorgados a grandes corporaciones sin un impacto proporcional en el empleo local o la economía regional.
Además, el proyecto menciona la importancia de la transparencia y la equidad en la distribución de los beneficios. Sin embargo, no detalla cómo se garantizará esto en un sector que históricamente ha estado marcado por tensiones entre intereses provinciales, nacionales y privados.
En definitiva, la adhesión de Neuquén al RIGI marca un paso importante en su búsqueda de consolidarse como un motor energético para el país. Sin embargo, su éxito dependerá de la ejecución efectiva de esta medida, la capacidad de atraer inversiones reales y sostenibles, y el manejo cuidadoso de los riesgos inherentes a esta estrategia.
¿Será esta una verdadera oportunidad para el desarrollo provincial o solo una nueva promesa en el complejo entramado de la política energética argentina?
El tiempo dirá.